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La Habana no renunciará a sus principios para mejorar las relaciones: Josefina Vidal

Cuba y EU confirman diferencias en materia de derechos humanos

Tenemos que superar más de 50 años de una relación que no se basa en la confianza: Jacobson

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Roberta Jacobson, secretaria estadunidense adjunta del Departamento de Estado para América Latina, y Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos de la cancillería cubana (a la derecha), explicaron en rueda de prensa celebrada en La Habana que dialogaron en un ambiente respetuoso, en la primera reunión bilateral de alto nivel entre ambos gobiernos en décadasFoto Reuters y Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de enero de 2015, p. 22

La Habana.

Cuba y Estados Unidos mostraron este jueves sus diferencias sobre el tema de los derechos humanos durante el primer encuentro al más alto nivel en décadas, en el que abordaron cómo serán sus futuras relaciones, el papel que desempeñarán sus embajadas y qué principios las regirán, aunque afirmaron que será complicado superar las diferencias.

En este contexto, el presidente estadunidense, Barack Obama, insistió en un mensaje divulgado en YouTube que su objetivo en Cuba es que surja un cambio de mayor libertad con más visitantes a la isla y la influencia que habrá con telecomunicaciones e Internet.

Nadie puede pretender que para mejorar las relaciones Cuba renunciará a sus principios, o que negociará elementos del bloqueo o aspectos de una política fracasada para aplicar cambios internos en nuestro país, declaró Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos de la cancillería cubana, tras salir de la primera de las dos rondas de conversaciones de este jueves.

Roberta Jacobson, secretaria estadunidense adjunta del Departamento de Estado para América Latina, y contraparte de este encuentro, reconoció los obstáculos que se oponen a una normalización de las relaciones. Tenemos que superar más de 50 años de una relación que no se basa en la confianza, aseguró en una rueda de prensa por separado.

Ambas partes subrayaron que las negociaciones transcurrieron en un ambiente respetuoso. En su comparecencia ante los medios, hablaron también de las profundas diferencias que existen entre sus países, de que el proceso de normalización de las relaciones será largo, y anunciaron que volverán a dialogar próximamente.

La situación de los derechos humanos es de interés central para su gobierno, aseguró Jacobson. Sí tenemos diferencias en ese tema, profundas diferencias, señaló. Según la diplomática estadunidense, su delegación abordó el tema en las conversaciones celebradas este jueves. Vidal, en paralelo, negó rotundamente que hayan hablado desde ahora de ese tema, pero más tarde el subdirector para Estados Unidos de la cancillería cubana, Gustavo Machín, dijo que sí se analizó el tema de los derechos humanos, y que ambos gobiernos tienen posiciones muy distantes sobre este tema y la democracia.

Como elemento central de nuestra política, presionamos al gobierno cubano para que mejore las condiciones de los derechos humanos, incluida la libertad de expresión y de reunión, indicó Jacobson en una declaración preparada que fue repartida por su equipo al final de la jornada.

“Yo le confirmo que la palabra ‘presión’ no se usó. Tengo que decirlo”, mencionó la jefa de delegación cubana, Josefina Vidal, al responder una pregunta al respecto.

Cuba ha demostrado a lo largo de su historia que, por supuesto, nunca ha respondido ni responderá a presiones, de ninguna parte que provengan, agregó. Le puedo confirmar que tuvimos un diálogo.

En La Habana se especulaba con que la traducción de las palabras de Jacobson del inglés había dado un énfasis mucho mayor a la palabra presión en castellano.

En todo caso, ambos gobiernos dejaron claras sus diferentes interpretaciones en materia de derechos humanos. Mientras Estados Unidos reclamó la falta de libertades individuales en la isla, Cuba replicó vinculando el tema a los derechos sociales.

Tuvimos un intercambio en el que cada parte confirmó posiciones, visiones y concepciones sobre el ejercicio de los derechos humanos, sostuvo Vidal, quien previamente había señalado que también tenía preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en Estados Unidos.

El establecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas es solamente parte de la normalización de las relaciones, expresó Jacobson, la funcionaria de mayor rango del gobierno de Washington que visita la isla caribeña desde 1980. Indicó que no hay un modelo para la apertura de embajadas, pero reconoció que la normalización significará abordar las diferencias, como la situación de los derechos humanos tal como los entiende Estados Unidos, con libertad de asociación.

De acuerdo con Vidal, la normalización será un proceso largo que va a requerir trabajo de ambas partes. Manifestó que sería difícil de explicar que Wa-shington abriera una embajada aquí sin sacar a la nación caribeña de la lista de estados terroristas. Acordamos continuar estas discusiones en fecha próxima, expresó.

Resaltó que espera que las nuevas relaciones diplomáticas respeten la igualdad soberana y la autodeterminación nacional. Subrayó que para Cuba esto significa el respecto recíproco al sistema político, económico y social, y evitar cualquier forma de injerencia en asuntos internos.

Vidal insistió en que entre los problemas que deberán resolverse para una plena normalización de las relaciones figura el levantamiento del bloqueo estadunidense. Saludó el anuncio de Obama de solicitar al Congreso, dominado por los republicanos, poner fin al bloqueo impuesto a la isla desde hace más de medio siglo.

Otro funcionario de la cancillería cubana, que dijo no estaba autorizado a dar su nombre, indicó que no hay un plazo establecido para abrir las embajadas, lo cual sería el símbolo más palpable de la normalización de relaciones anunciada por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro el 17 de diciembre de 2014.

El secretario de Estado, John Kerry, declaró en Washington que cuando sea el momento apropiado tendré mucho interés en viajar a Cuba para abrir formalmente una embajada y avanzar en nuestros vínculos. Ahora, dijo, se deben discutir las restricciones cubanas a los diplomáticos estadunidenses a viajar a la isla, y aseguró que Washington garantizará a Cuba su representación en Estados Unidos.

Las dos rondas de conversaciones de este jueves estuvieron precedidas de una revisión semestral sobre el tema migratorio, que hasta ahora ha sido el único punto de contacto formal entre las partes por años.

Por la tarde de este jueves, las delegaciones de Cuba y Estados Unidos iniciaron un segundo encuentro dedicado a conversar sobre temas de interés bilateral y de cooperación en áreas como la lucha contra el narcotráfico, prevención de derrames petroleros y salvamento, entre otros. Se informó que ambas naciones cooperan en esas áreas.

En tanto, la revista católica Palabra Nueva, del arzobispado de La Habana, que encabeza el cardenal Jaime Ortega, llamó a los cubanos a no quedar atrapados en los temores y los rencores de medio siglo de confrontación, y aceptar el restablecimiento de relaciones diplomáticas, rotas en 1961 tras el triunfo de la revolución cubana.

La publicación apuntó que mientras en el exilio hay amenazas de entorpecer el diálogo, en la isla “no faltarán los ideólogos que mantendrán levantado el fantasma del enemigo que nos quiere destruir, ahora con su ‘poder blando’, y tratarán de poner el pie detrás de la puerta para frenar el proceso”.