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Puertas cerradas fue la forma de gobernar de Mauricio Toledo

Su gestión en Coyoacán ha sido la peor de todas desde que está el PRD: colonos

Apenas llegó al poder, afloraron casos de corrupción

Sólo benefició a sus huestes

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Aspecto de la calle Céfiro, esquina con Anillo Periférico, donde fue colocada por los vecinos una llanta para marcar un bache que provoca gran congestión vialFoto María Meléndrez
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En los Pedregales, en la delegación Coyoacán, persisten baches y coladeras abiertas, pese a la propaganda que las autoridades colocaron con la leyenda Programa Especial de BacheoFoto María Meléndrez
 
Periódico La Jornada
Jueves 22 de enero de 2015, p. 33

En Coyoacán, los reclamos surgen por doquier. En el centro histórico o en las colonias populares ninguno de los vecinos consultados duda en definir la administración de Mauricio Toledo como la peor de todas desde que gobierna el PRD.

La mayoría coincide en que hubo una política de puertas cerradas a la ciudadanía, abuso de autoridad o desdén hacia quienes no comulgaban con él y todos los beneficios que el aparato gubernamental ofrece a su grupo político y a quienes le rindieron pleitesía.

La inconformidad no es de ahora: en más de una ocasión, como en ninguna otra delegación, sus gobernados salieron a las calles y llegaron a la sede delegacional para exigir el cese de los funcionarios y hasta su renuncia, ante los actos de corrupción que salieron a la luz pública apenas ocuparon el cargo.

Todo fue público, las extorsiones en Céfiro, la gasolinería y su gente en los comités ciudadanos, pero no hubo eco del reclamo popular, se quejan los habitantes, al enumerar que en los dos años de su gestión se puede hablar de obras de relumbrón, del incremento en la inseguridad, la anarquía en el comercio ambulante y del total abandono en las colonias, pero sobre todo, de su afán de perpetuar a su grupo en la delegación.

Con esa mira, acusan, se dilapidó todo el presupuesto delegacional. Cambió luminarias y banquetas, pero donde le convenía y de mala calidad, porque ya se están reventando. Todo fue maquillaje; ponía unos jueguitos y anunciaban una gran inauguración, apunta Celeste Aguirre de la CTM Culhuacán.

“Aquí –agrega– se anunció con grandes mantas la construcción de un parque acuático en Canal Nacional; todos nos imaginábamos albercas, pero no, sólo instalaron unas fuentes, de esas que echan agüita del piso”.

Un caso más fue la rehabilitación de la Alameda del Sur, la cual quedó a medias, al igual que una sala de cine recién inaugurada.

En los Pedregales, cuenta Ignacio Morán, lo único que hizo fue darle mantenimiento a los deportivos. Los entregó a unos días de irse, como capital político, pero problemas fundamentales, como el abasto de agua, no los resolvió; ni siquiera lo intentó, al contrario aquí se aprovechó de la pobreza y mandaba pipas a los líderes y su gente. El pavimento se encuentra tan deteriorado que ya no hay baches: son hoyos. Estamos en peores condiciones que en otras administraciones.

Expresiones similares se escuchan en el centro histórico: Todo lo que se había logrado en las últimas dos administraciones se echó abajo en ésta. Se había contenido el ambulantaje y las violaciones al uso de suelo, pero ahora ambos están fuera de control, refiere Leticia Perdiz, de Villa Coyoacán.

Las obras que se han publicitado como rescate del centro histórico abarcan tres cuadras de Carrillo Puerto y tres de Tres Cruces, y siguen el mal olor del drenaje, el deterioro de los jardines, los baches y el mal estado de las banquetas y las luminarias.