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El documental de Arturo González Villaseñor aborda la identidad de Las Patronas

Conmovedor debut de Llévate mis amores en festival de San Cristóbal

Sólo se les conocía como las mujeres que alimentan a los migrantes que van en La Bestia, pero no se sabía quiénes son como individuos, explicó el realizador

Se efectuó una charla sobre cine social

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Cada día, desde 1995, Las Patronas preparan comida y la lanzan a los migrantes que viajan sobre el tren de carga que cruza la República Mexicana rumbo a Estados Unidos
Enviado
Periódico La Jornada
Martes 20 de enero de 2015, p. 9

San Cristóbal de las Casas, Chis.

El documental Llévate mis amores, del joven realizador Arturo González Villaseñor, tuvo un debut que arrancó lágrimas en el Festival Internacional de San Cristóbal de las Casas.

En este trabajo de González Villaseñor, con producción de Indira Cato, Nicolás y Sebastián Celis, y la fotografía de Juan Antonio Mecalco Cruz, hace un acercamiento íntimo a Las Patronas, grupo de mujeres mexicanas que todos los días, desde 1995, prepara comida y la lanza a los migrantes que viajan sobre La Bestia, tren de carga que cruza varios estados de la República rumbo a Estados Unidos.

El documental es un diario personal que traza la frontera entre la vida que les tocó vivir y la que ellas eligieron. Un sorprendente ejemplo de amor y solidaridad que contrasta con la violencia de uno de los pasos más crueles para viajantes sin documentos.

En entrevista con La Jornada, el director contó cómo logró ese acercamiento con Las Patronas: “La primera vez que llegué me tocó un tren que venía muy lleno. Esa imagen movió muchas cosas en mi cabeza; tenía una idea de la migración, pero una vez que lo vi de esa manera me cambiaron muchas cosas. 

“Posteriormente hice un cuento con las experiencias de cuando viví con ellas; con cosas que no quería que pasaran desapercibidas en la película, como la preparación del arroz, el llenado de botellas de agua desde el pozo, la jalada de la carretilla. Entonces, mientras detallaba todas estas cosas, me di cuenta de que ellas no sabían quiénes eran ellas, que sólo se les conocía como Las Patronas, que dan comida a los migrantes y a las que les habían sucedido muchas cosas.

Eso fue lo mágico, que a pesar de todo lo que hacían no les importa figurar; fue cuando me entendí que era necesario saber quiénes eran Las Patronas. Así que el propósito del documental se convirtió en indagar su identidad.

González Villaseñor dijo que algunas de Las Patronas ya vieron la película: “Se sorprendieron, no se reconocían. Me han dicho: ‘Yo me abrí de esta manera’; ‘Yo te dije esto’. Fue un contacto recíproco entre ellas y la producción, donde descubrimos juntos quiénes eran ellas”. 

Otra de las cintas en competencia, pero en la categoría de ficción, que se presentaron en la tercera jornada del festival fue la española Hermosa juventud, del director Jaime Rosales, protagonizada por Ingrid García Jonsson y Carlos Rodríguez.

En esta cinta los jóvenes enamorados Natalia y Carlos luchan por sobrevivir en la España actual. Sus escasos recursos no les permiten salir adelante como quisieran. No tienen grandes ambiciones, porque no tienen grandes esperanzas. Para ganar algo de dinero deciden rodar una película porno amateur. El nacimiento de su hija Julia es el principal catalizador de los cambios que experimentan.

El actor Carlos Rodríguez visitó San Cristóbal de las Casas para presentar la película, y mencionó: La crisis económica en España aún se siente. Muchos jóvenes aún están emigrando a países como Alemania o Inglaterra para conseguir cualquier trabajo, porque en España no hay empleos ni lugar para nosotros.

Se le preguntó si el título era una especie de ironía: No creo. Pienso que la juventud es el mejor periodo de vida de cualquier persona, y nosotros, mi generación, lo está pasando muy mal. Es triste, el título es de tristeza.

Entre otras actividades del festival en la ciudad chiapaneca se realizó el Kinoki: Foro Cultural Independiente, donde se llevó a cabo la charla Cine, un compromiso social en el que participaron Rodrigo Plá, Nicolas Philibert, Diego Quemada-Diez, Diego Luna y Juliano Ribeiro Salgado, con la conducción deJean Christophe Berjon.

Sobre el papel del cine como compromiso social Diego Quemada-Diez, director de La jaula de oro comentó: Estamos rodeados de cine chatarra y tratamos de hacer uno que derive en la transformación del espectador. Tenemos un poder grande, no sólo nuestro, sino de las historias que contamos, de la gente y de la total interrelación con el mundo.

Por su parte, Luna dijo que el cine despierta un cuestionamiento, puede invitar a una reflexión compartida. Te afectas por la reacción del que está a tu lado... Hacer cine es la confesión con uno mismo, te reflejas y no hay manera de mentirte, no hay un intermediario que acomode las cosas para que duelan menos. Es la oportunidad de reflejarnos en la historia del otro.

En su intervención Juliano Ribeiro Salgado, director de La sal de la Tierra, comentó: El cine tiene una capacidad empática para que el espectador se proyecte en el personaje y se apropie de realidades que le son totalmente ajenas. El cine tiene que ser militante, necesariamente. El mundo necesita ser cuestionado.

África y democracia

Otra de las actividades sobresalientes de la jornada de este encuentro fue la presentación del africano Imunga Ivanga, autor, crítico, productor y cineasta gabonés, quien sostuvo un diálogo con Jean Pierre García y el público que asistió a la Sala de Bellas Artes Alberto Domínguez Borraz después de la proyección de su película L’ombre de Liberty (La sombra de Liberty), sobre el acceso a la democracia.

Ivanga mencionó sobre el propósito del filme: Constatar la ausencia de libertad en varios países. Me inspiré en la situación de mi nación, pero este filme habla igualmente de otros países, como Túnez. La cuestión de la libertad es una búsqueda universal.

Agregó que en Gabón, de 1968 a 1990, hubo un partido único con una expresión de libertad muy controlada. Hubo un despertar de la oposición y eso condujo a duros enfrentamientos, donde falleció uno de los líderes. Lo cual nos dice que si uno tiene convicciones tiene que llevar sus ideas hasta el final. Cuando alguien tiene un sueño, esto le permite ir más allá de sí mismo y trascender el futuro.

Imunga Ivanga forma parte del jurado de Largometraje Documental del Festival Internacional de Cine de San Cristóbal de Las Casas.