Sociedad y Justicia
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Tirarlos a la basura libera metales pesados en el aire, el agua y el suelo, explican

Falta de control sobre desechos electrónicos alarma a expertos

La mitad de las 300 mil toneladas anuales de aparatos termina en rellenos sanitarios

En países ricos los residuos de este tipo representan casi 8 por ciento del volumen total

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Aparatos electrodomésticos en desuso, tales como computadoras, impresoras y celulares, terminan en muchas ocasiones en la basuraFoto Prometeo Lucero
 
Periódico La Jornada
Lunes 19 de enero de 2015, p. 34

En el país aún no hay control sobre el destino final de los desechos electrónicos, como teléfonos celulares, computadoras o televisiones ya que 40 por ciento de estos aparatos quedan almacenado en las casas, 50 por ciento llegan a los basureros sin control alguno y sólo 10 por ciento se reciclan.

En 2010 se estimó que se generaron 307 mil 224 toneladas de aparatos desechados, los cuales contienen sustancias peligrosas como mercurio, plomo, cadmio, berilio, cromo y bario. Algunas sustancias utilizadas para reducir el grado de inflamabilidad de los productos electrónicos representan riesgos potenciales, particularmente los éteres bifenílicos polibromados (PBDEs), que son cáncerígenos.

Esto señala el estudio Los residuos electrónicos en México y el mundo, la publicación más reciente sobre el tema elaborada por Arturo Gavilán, Leonora Rojas, Víctor Alcántara y Frineé Cano, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc), el cual advierte que el hecho de que al menos la mitad de los desechos electrónicos terminen en rellenos sanitarios genera preocupación, pues existen prácticas de quema a cielo abierto para la recuperación de metales o para la reducción de volumen y junto a la falta de sistemas de control de lixiviados, permiten la liberación de metales pesados y contaminantes orgánicos persistentes al aire, agua y suelo.

Este es el segundo estudio que sobre el tema elabora el Inecc, y reporta un incremento en la generación de estos desechos entre 2006 y 2010.

Hace nueve años se estimó en 257 mil toneladas de residuos, mientras que para 2010 la cifra se elevó a 307 mil toneladas, de las cuales 194 mil correspondieron a televisores, 55 mil 443 a computadoras, 3 mil 100 a celulares y 6 mil 370 a teléfonos fijos. Explica que en 1997 una computadora nueva se usaba en promedio seis años, pero en 2005 se redujo a dos años.

El texto explica que con base en una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2009, el número de hogares con computadora y servicio de televisión de paga se había duplicado respecto a 2001, mientras que el número de hogares con servicio de Internet se ha triplicado.

A escala global los residuos de computadoras, teléfonos celulares y televisores ascendieron a 5.5 millones de toneladas en 2010 y llegarán a 9.8 millones de toneladas en 2015. En los países más ricos los residuos electrónicos representan 8 por ciento del volumen total de residuos urbanos.

El Inecc apunta que para la elaboración del inventario nacional se seleccionaron cinco aparatos electrónicos que representan el mayor consumo actual y futuro en México: televisores, computadoras personales de escritorio y portátiles, aparatos de sonido, teléfonos fijos y teléfonos celulares.

Apunta que en 2010 se estimaba que se utilizaban 18 millones de computadoras de escritorio, 91 millones 329 mil teléfonos celulares y 42 millones 661 mil televisores. La vida útil promedio estimada para los diferentes aparatos es de cinco años para las computadoras, diez años para televisores, tres años para teléfonos celulares, seis años para teléfonos inalámbricos y seis años para reproductores de sonido.

Precisa que el mercado de reciclaje de productos electrónicos en México se compone principalmente de pequeñas y medianas empresas dedicadas exclusivamente a la recuperación y valorización de materiales a partir de programas de acopio. Los chatarreros, pepenadores o pequeños locales que se encargar de la recuperación de componentes considerados valiosos, como cables y tarjetas de circuidos impresas, y también hay grandes empresas que operan programas continuos para el manejo de sus propios residuos, las cuales en muchas ocasiones hacen alianza con los dos sectores anteriores.