Opinión
Ver día anteriorDomingo 4 de enero de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
¿La Fiesta en Paz?

2014: continuó el desmantelamiento de la tradición taurina

ETMSA se encandila con expansiones foráneas

S

omos solemnes e incongruentes pero no hemos aprendido a ser serios y comprometidos, ni en política ni en lo demás, incluida una tradición taurina con 488 años de antigüedad en el país. El problema es que esta falta de claridad para ver la diferencia entre decir y hacer ya se nota demasiado. El cinismo permea hace años el devenir de la vida mexicana y el agravio sistemático se ha vuelto institucional, público y privado.

Si cantidades indeterminadas de personas desaparecen a diario sin que las investigaciones arrojen más resultados que el hallazgo de inesperadas osamentas; si cientos de trabajadores son despedidos sin las jubilaciones ni pensiones a que tienen derecho; si analfabetas metidos a legisladores reciben sueldos y aguinaldos estratosféricos a ciencia y paciencia de la ciudadanía; si miles de ahorradores ven evaporar su patrimonio de décadas de trabajo sin que autoridad alguna los proteja ni finque responsabilidades y sanciones, y si el mandatario en turno declara que es un privilegio tener una empresa como Televisa, ¿no es una ingenuidad monumental pretender una fiesta de toros digna, capaz de apasionar y enorgullecer a la afición entera y a buena parte de la ciudadanía?

Ha transcurrido otro año sin que el duopolio taurino que padecemos hace décadas muestre el menor interés por sumar esfuerzos, fijar metas comunes para el urgente reposicionamiento de la fiesta y por aprovechar cabalmente a cinco toreros jóvenes que con triunfos recientes en España estaban llamados a acelerar el relevo generacional de toreros y a renovar partidarismos luego de ser estratégicamente confrontados. A la escasez de apoderados profesionales y casas de apoderamiento en México, la terquedad del poderoso duopolio de armar carteles de espaldas al público.

Prueba de ello es que ni Joselito Adame, ni Juan Pablo Sánchez, ni Arturo Saldívar, ni Diego Silveti, ni Sergio Flores, con cualidades de sobra, han logrado consolidarse como las nuevas figuras del toreo mexicano, rivalizando regularmente entre ellos, con una docena de magníficos toreros mexicanos que sin haber triunfado en la península muestran niveles internacionales de desempeño y con los ases importados. Pizarro, Fermín Rivera, Fabián Barba, José Mauricio, Mario Aguilar o Ernesto Javier Calita, entre otros, no aparecieron en carteles de verdadero compromiso al lado de los que figuran, sobre todo extranjeros. Y haciendo inoportuna cola los recién alternativados Ricardo Frausto, Brandon Campos, Armillita IV y Juan Pablo Llaguno.

La desaprensiva empresa de la Plaza México volvió a dar otra temporada de novilladas sin ningún propósito de meter gente a la plaza mediante publicidad y carteles progresivamente atractivos, sino que exhibió con desgana su obligación de cubrir el requisito que, todavía, le marca el reglamento taurino del DF de dar un mínimo de 12 festejos para que se le autorice la venta y canje del derecho de apartado de la temporada grande, que si no...

Antonio Mendoza, Diego Emilio, Mirafuentes de Anda, Ángel Espinosa Platerito, Carlos Casanueva, Jorge Rizo, Rodrigo Ochoa y Pepe Zavala, en combinaciones relativamente atractivas, mostraron un buen potencial a lo largo de la temporada chica, en la que de nueva cuenta prevalecieron la mansedumbre y la escasa asistencia. Destacó en la tercera novillada un bien presentado y bravo encierro de De Haro, del que obtuvo una oreja Karla de los Ángeles.

Espectáculos Taurinos de México, SA (ETMSA), del poderoso Grupo Bal, propiedad de don Alberto Bailleres, segundo hombre más rico de México, continúa ampliando horizontes, si no para mejorar el nivel de relumbrón sus ferias (en 2014 no dio un solo festejo en la monumental de Monterrey), al menos para extender su presencia, que no influencia, ahora en tierras del Quijote. Asesorado por el matador español en retiro Antonio Barrera y el matador en activo Morante de la Puebla, tras el frustrado intento de quedarse con la plaza de la Real Maestranza de Sevilla, el multimillonario grupo ha adquirido la ganadería de Zalduendo y la gestión de la plaza de la ciudad de Córdoba, provincia de Andalucía.

No contento con tan espectacular expansión, el Grupo Bal, en lugar de promover el surgimiento y consolidación de una docena de nuevos toreros mexicanos de nivel internacional, y de darle a sus plazas de Guadalajara, Aguascalientes, Monterrey, León, Irapuato y Acapulco jerarquía a partir del toro con trapío, prefiere –¡ay, Malinche, ya no nos maldigas!– apoderar a figuras españolas que prácticamente se apoderan solas: Morante, Talavante y ahora Hermosante, mejor conocido como Pablo Hermoso de Mendoza, quien hace un cuarto de siglo hace la América sin contribuir al reposicionamiento de la fiesta en el nuevo continente.