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Penultimátum

Acabar con Castro

L

a última vez que intentaron asesinar a Fidel Castro fue en noviembre del año 2000. Él era uno de los participantes de la 10 Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno que se celebró en la ciudad de Panamá. Entre sus actividades figuraba un discurso a profesores y estudiantes en el Paraninfo de la Universidad Nacional. El plan era volar el lugar con nueve kilos de explosivos de alto poder mientras Castro hablaba.

Miles de personas hubiesen muerto en ese atentado cuyos pormenores denunció Castro al llegar a la capital panameña. Los terroristas fueron organizados, financiados y dirigidos desde Estados Unidos por la Fundación Nacional Cubano-Americana. El encargado de ejecutar el acto terrorista era Luis Posada Carriles, un asesino confeso que se fugó de una cárcel de Venezuela en 1985, donde purgaba una larga condena como responsable de hacer estallar en pleno vuelo un avión de Cubana de Aviación en 1976. Murieron 73 personas.

Posada Carriles arribó antes de la Cumbre a Panamá con documentación falsa y sin disfraz. Pocos días después fue detenido junto con tres terroristas más por la policía local, advertida previamente por el servicio de inteligencia cubano del plan para asesinar a Castro.

Los detenidos fueron acusados de asociación ilícita para delinquir, atentar contra la seguridad colectiva, posesión de explosivos y de documentos falsos. Posada Carrilles estuvo en prisión sólo hasta agosto de 2004, pues un día antes de dejar su cargo la presidenta panameña, Mireya Moscoso, lo indultó y le permitió que viajara a Estados Unidos. En este país fue acusado y procesado por diversos delitos, pero lo declararon inocente en 2011. Poco después murió. Las agrupaciones de ultraderecha lo declararon héroe.

Pero antes del fallido atentado en la universidad, a partir de 1958 se planeó privar de la vida a Castro más de 600 veces. Casi una tercera parte fueron planes preparados con diversas armas y hombres, y desarticulados por los servicios de seguridad cubanos, como asienta en su libro el ex general Fabián Escalante Font, fundador de los servicios de seguridad de la isla. La CIA hasta creó una sección cuya misión era eliminar a los líderes políticos hostiles a Estados Unidos. Castro era el objetivo principal utilizando para ello venenos mortales, tabacos con sustancias tóxicas, explosivos, granadas, diversas armas de precisión. Hasta agujas envenenadas. 

Pero los grupos anticastristas estiman que tal cifra es irreal, que los atentados no sobrepasan la docena. Cuba y Estados Unidos se aprestan a restablecer sus relaciones diplomáticas y estrechar sus lazos económicos y culturales. Seguramente sabremos  más sobre los intentos para matar al dirigente que ha logrado sobrevivir a 10 presidentes estadunidenses.