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Economía Moral

Múltiples tendencias anuncian que el capitalismo está llegando a su fin/ III

Paul Sweezy, líder teórico del estancamiento del capitalismo monopolista

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oster y McChesney (FyMc) en The Endless Crisis (Monthly Review Press, 2012) se refieren al debate, ahora legendario sobre el futuro del capitalismo realizado en la Universidad Harvard en 1947 entre Paul Sweezy y Joseph Schumpeter, dos de sus más populares e influyentes economistas. Citan a Paul Samuelson:

“Eventos recientes en los campus universitarios me han traído el recuerdo de uno de los grandes acontecimientos de mi propia vida. Tuvo lugar en Harvard en los días del pasado en que los gigantescos caminaban en el planeta y en el patio de Harvard. El brillante economista y profeta social Joseph Schumpeter debatiría con Paul Sweezy sobre el Futuro del capitalismo. Wassily Leontieff era el moderador y el Auditorio Littauer era insuficiente para la nutrida concurrencia”. (p.11 del libro de FyMc).

Note el lector la admiración de Samuelson por el conservador Schumpeter y su silencio sobre el marxista Sweezy. Hoy los economistas marxistas, que sobreviven marginalizados en las universidades de EU, no tendrían acceso a debatir con los más distinguidos representantes de la economía ortodoxa en una de las más prestigiadas universidades del mundo. FyMc relatan así el debate entre ambos:

El debate entre Sweezy y Schumpeter formaba parte del debate más amplio sobre el estancamiento que generó la Gran Depresión desde los años 30 hasta el comienzo de los años 50. Sweezy argumentó, basándose en Marx y Keynes, que ‘la acumulación es el factor primario’ del desarrollo capitalista, e hizo notar su influencia menguante. ‘No hay mecanismo alguno en el sistema’, explicó, ‘para ajustar las oportunidades de inversión al modo en que los capitalistas quieran acumular y no hay razón para suponer que si las oportunidades de inversión resultan inadecuadas los capitalistas se volcarán al consumo…’. Por tanto, la economía capitalista, cuyo motor habría sido removido, tendía –en ausencia de alguna fuerza externa, como el brazo de la guerra’– al estancamiento a largo plazo. Schumpeter, adoptando un enfoque más conservador y ‘austriaco’ argumentaba que un ciclo largo de expansión (tipo Kondratieff) podría comenzar a finales de los años 50 y llegando a su máximo al final de los años 80; y sin embargo, el aire podría dejar de soplar en los veleros de la economía de EU debido a la función empresarial menguante y al encumbramiento de las corporaciones y del Estado. Schumpeter no negó la tendencia al estancamiento de la economía, pero pensaba que el crecimiento era frenado y no estimulado por las intrusiones del Estado, al estilo del Nuevo Trato de Franklin Roosevelt. (p.11, libro citado de FyMc).

Veinte años más tarde, Sweezy y Paul Baran (El capital monopolista, Siglo XXI editores, 1966), afirmaron que el estado normal del capitalismo monopolista es el estancamiento. Según FyMc los dos Pauls argumentan que:

“El encumbramiento de las corporaciones monopolistas (u oligopolistas) ha generado la tendencia al crecimiento del excedente (actual y potencial) que busca invertirse. Pero las condiciones mismas de explotación (o alto margen entre los costos laborales unitarios y los precios) significan tanto que la desigualdad social aumenta como que un creciente excedente tiende a acumularse (actual y potencialmente) en las empresas gigantes y en manos de los inversionistas acaudalados, que no pueden encontrar salidas rentables suficientes para absorber todo el excedente que busca invertirse. Por tanto, la economía se vuelve crecientemente dependiente, para mantener el crecimiento, de estímulos externos tales como gasto gubernamental creciente (sobre todo militar), esfuerzo de ventas creciente, y la expansión financiera …Una innovación que haga época, que desempeñe el papel de la máquina de vapor, el ferrocarril, o el automóvil, puede alterar la situación. Pero no se puede depender que este tipo de innovaciones, que alteran la geografía y la escala de acumulación, se realicen, sobre todo bajo las condiciones del capitalismo monopolista maduro. El resultado es que la economía tiende a hundirse en su estado normal de crecimiento lento a largo plazo y no el crecimiento robusto que supone la economía ortodoxa. En esencia, una economía en la cual las decisiones de ahorro e inversión se hacen privadamente, tiende a caer en la trampa del estancamiento: la demanda existente es insuficiente para absorber todo el ahorro o excedente (actual y potencial) disponible, la producción cae, y no hay un mecanismo automático que genere la recuperación plena. La teoría del estancamiento no significaba que un fuerte crecimiento económico sea imposible en las economías capitalistas maduras, sino que el estancamiento es la situación normal y que el crecimiento robusto habría de explicarse como resultado de factores históricos específicos… La inversión neta (esto es, más allá de lo cubierto por los fondos de depreciación) se atrofia, pues con productividad creciente la pequeña inversión requerida puede cubrirse sólo con dichos fondos. El estancamiento entonces supone como sus bases progreso tecnológico sostenido y aumento de la productividad. No es que la economía no sea suficientemente productiva, sino más bien que es demasiado productiva para absorber la totalidad del excedente en busca de inversión generado.” (pp. 11-13).

El periodo de rápida expansión de la economía de EU (y del capitalismo mundial) que va de 1945 a 1975 lo explican FyMc (en consistencia con la frase que he marcado en cursivas en la cita precedente, enumerando seis factores históricos específicos que la hicieron posible: 1) la acumulación de liquidez de los consumidores durante la guerra; 2) la segunda gran ola de generalización del automóvil en EU, incluyendo la construcción de la red carretera interestatal; 3) los bajos precios de la energía basados en la explotación masiva de petróleo; 4) la reconstrucción de las economías de Europa y Japón devastadas por la guerra; 5) dos guerras regionales en Asia y gasto militar impulsado por la guerra fría; 6) la hegemonía indisputada de EU. Consideran que la mengua de estos factores llevó a la re-emergencia del estancamiento. Esta explicación del fin del auge de la posguerra no coincide con la que yo he suscrito (y señalado en otras entregas de Economía Moral) que se basa en el descenso de la tasa de ganancia derivado del casi pleno empleo y los altos salarios reales en el primer mundo hacia el final de dicho auge, pero parece muy coherente con los hechos y con la teoría del estancamiento enunciada. Habría que contrastar ambas explicaciones.

En los años 70 habrían surgido, dicen nuestros autores, un nuevo sostén del capitalismo de EU: el endeudamiento creciente y la economía de casino asociada. La financiarización de la economía fue destacada pioneramente (entre otros autores) por Paul Sweezy y Harry Magdoff (Baran había fallecido para entonces) que lo concibieron como una droga o estimulante surgida del sistema mismo para mantener la economía en movimiento a pesar del estancamiento reptante (Véase la gráfica que muestra la creciente importancia del sector financiero). En 1982, 35 años después de su debate con Schumpeter, Sweezy impartió una conferencia en Harvard sobre el estancamiento en la cual dijo:

“El hecho de que el desempeño de la economía en años recientes no haya sido peor se debe, en gran medida, a tres causas: 1) el mucho mayor papel del gasto y déficit gubernamentales; 2) el enorme crecimiento de la deuda de los consumidores, incluyendo las hipotecas residenciales; 3) el inflado del sector financiero de la economía que, aparte del crecimiento de la deuda como tal, incluye una explosión de todo tipo de especulación, vieja y nueva, que genera más que un mero goteo de poder adquisitivo en la economía ‘real’, sobre todo en la forma de incremento en al demanda de bienes de lujo. Estas son fuerzas importantes contrarrestantes del estancamiento mientras duran…” (p.14 de FyMc).

Cincuenta años después del debate con Schumpeter (a los 87 años de edad) Sweezy describió el problema de la sobreacumulación del capitalismo maduro en tres condiciones: 1) creciente monopolización a nivel global con la expansión de las corporaciones multinacionales; 2) estancamiento creciente de EU, Europa y Japón; y 3) la financiarización del proceso de acumulación. (FyMc, pp. 15-16).