Economía
Ver día anteriorDomingo 14 de diciembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Inadecuada, la estrategia de las pasadas 3 décadas: análisis de la UAM

Perversa, la política de Hacienda y BdeM, pues frena el crecimiento
 
Periódico La Jornada
Domingo 14 de diciembre de 2014, p. 24

Durante las pasadas tres décadas el Banco de México (BdeM) y la Secretaría de Hacienda han estado siguiendo una política perversa, que si bien frena el aumento de los precios, también obstaculiza el crecimiento de la economía por la vía de las altas tasas reales de interés, la apreciación del tipo de cambio y el bajo nivel de inversión pública dirigida a crear infraestructura, sostiene un análisis del Observatorio Económico del Salario de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Critica que al mismo tiempo, tanto el Banco de México como la Secretaría de Hacienda hacen muy poco por regular los mercados oligopólicos y por cobrar impuestos a las grandes empresas como bancos, consorcios financieros y empresas trasnacionales, que obtienen enormes utilidades imponiendo elevadas tasas de interés y precios muy por encima de los competitivos, pagando ínfimos salarios, bajos impuestos e importando gran parte de lo que consumen.

El estudio, elaborado por el académico del Departamento de Economía de la UAM-Azcapotzalco, Ernesto H. Turner Barragán, señala que dichas políticas no promueven ni el crecimiento económico, ni el empleo.

Reducciones absolutas del PIB

Señala que México ha atravesado por cinco periodos recesivos desde 1982 a la fecha, en los que el producto interno bruto (PIB) real registró reducciones absolutas, de manera que el crecimiento promedio anual real ha sido apenas superior a 2 por ciento, un nivel inferior al crecimiento demográfico.

Este mal desempeño económico, sostiene, es resultado de la aplicación de políticas económicas inadecuadas de los últimos cinco gobiernos.

Uno de los principales problemas, destaca el análisis, es que la actividad del Banco de México, se ha limitado a controlar la inflación (como establece su mandato constitucional).

Sin embargo, señala que tanto el Banco de México como la Secretaría de Hacienda están siguiendo una política monetaria contractiva, cuyo resultado final es un gobierno que no promueve el crecimiento económico ni el empleo.

Criticó que el mismo gobernador del Banco de México se ha unido a los empresarios para sostener el argumento de la rigidez e ineficiencia del mercado laboral, acusando a los trabajadres y al sector educativo por la baja productividad e inflexibilidad del sector.

Lo anterior dijo, cuando resulta evidente que después de más de tres décadas de flexibilización del mercado de trabajo, de deterioro salarial y de pérdida de derechos laborales, se ha tocado fondo y se ha marginado a la mayor parte de la fuerza laboral, con la consecuente propagación de la miseria y la pobreza, de la informalidad, de la violencia, de la inseguridad en el país y del crimen organizado, que avanzan juntas con el deterioro de las condiciones de vida de las mayorías.

Turner Barragán sostuvo que el argumento de que el gobierno está acorralado por la firma de tratados internacionales, por la inflación y por las disposiciones reglamentarias y leyes que él mismo ha promulgado durante las últimas décadas para favorecer al gran capital es falso, y que el diseño de políticas económicas diferentes supone primero el abandono del fundamentalismo económico que ha prevalecido en los últimos años.

No basta con impulsar la creación de buenos empleos en el sector formal, sino que es necesario facilitar la transición de las actividades informales para consolidar su paso al sector moderno de la economía y alinear los incentivos que mueven tanto a las empresas como a los trabajadores a insertarse y permanecer en la formalidad.

Además, dijo, se requiere de una reformulación de la política general para que maximice la generación de empleo, coordine, articule y subordine la política macroeconómica general a la maximización del crecimiento, el empleo y el bienestar nacional, y no que subordine el crecimiento y el empleo a la obtención de utilidades de las diversas facciones del capital.