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Se oponen a la política de austeridad del premier Matteo Renzi

Italia, paralizada por una huelga; los sindicatos rechazan la reforma laboral
 
Periódico La Jornada
Sábado 13 de diciembre de 2014, p. 21

Roma.

Dos de los principales sindicatos de Italia lograron este viernes paralizar servicios públicos y buena parte del sector privado en 54 ciudades del país, en protesta por los planes del gobierno del centro izquierdista Matteo Renzi de introducir una nueva legislación laboral que facilite el despido de trabajadores y una política económica marcada por la austeridad.

Las moderadas Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) y la Unión Italiana del Trabajo y la derechista Unión General del Trabajo convocaron a miles de trabajadores a una huelga general y a manifestarse en las calles. La católica Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores se abstuvo de adherirse al paro, aunque también ha criticado el proyecto de Renzi.

Esta huelga general es la primera en la historia de las dos mayores centrales sindicales del país contra un gobierno de centroizquierda, que tradicionalmente ha congeniado con los sindicatos. El movimiento ocasionó cierto caos, ya que el transporte local, las escuelas, los puertos y otros servicios cerraron en diferentes horarios.

Al promover su plan de reformas, con las que busca sacar a Italia de una profunda crisis que estalló en 2008, el primer ministro advirtió a los sindicatos que las políticas de línea dura son necesarias para recuperar el crecimiento económico y crear puestos de trabajo.

Respeto al sindicato, pero no pienso como ellos. Italia tiene que cambiar inclusive para ellos, aseveró este viernes Renzi en Turquía, adonde viajó para participar en un foro económico empresarial.

No obstante, en una confirmación de las distintas opiniones que hay en su partido, algunos miembros del Partido Demócrata se unieron a las marchas.

El principal blanco de la huelga fue la Ley de Empleos, que flexibiliza las restricciones para despedir empleados cuando las empresas enfrentan un mal periodo y debilita el derecho a protestar contra indemnizaciones que no se ajusten a la ley.

Con el desempleo en niveles récord y tasas de desocupación juvenil superiores a 40 por ciento, los sindicatos afirman que el peso de las reformas y recortes de gastos está siendo depositado injustamente en los trabajadores, por lo que no podrán contribuir a reactivar el crecimiento.

El gobierno tiene que cambiar sus políticas sobre empleo, dijo Susanna Camusso, lideresa de CGIL, la mayor organización sindical.

Renzi enfrenta la crítica sindical en el frente interno, mientras que en el externo existe una creciente presión de la Unión Europea para que Italia cumpla con sus metas de déficit y deuda. Tanto la Comisión Europea como la canciller alemana, Angela Merkel, han llamado a más acciones de Roma.