Economía
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Advierten que empresas mexicanas sólo serían subcontratistas; muy alto, el capital exigido

Plantean especialistas vigilar contenido nacional en proyectos petroleros de la IP
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Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, y Emilio Lozoya, director general de Pemex (al centro)Foto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Sábado 13 de diciembre de 2014, p. 25

Especialistas en el sector energético coincidieron en que es necesario vigilar el nivel de contenido nacional en los proyectos petroleros que se abrieron a la inversión privada con la reforma energética para evitar que las empresas mexicanas sean simples contratistas.

El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo (AMIPE), Erik Legorreta, consideró que la normatividad incluida en la ronda uno, que permitirá a las empresas privadas la exploración y extracción de crudo, debe brindar la certeza a la inversión en un contexto de bajos precios del petróleo y las autoridades deben vigilar el contenido nacional para que las empresas mexicanas no queden como eternas subcontratistas.

Al dar la bienvenida al inicio de la ronda uno dijo que la presentación del modelo de licitación y los plazos en que ésta ha de llevarse a cabo, así como conocer los requisitos técnicos, financieros y en materia de seguridad industrial necesarios para participar en los proyectos, constituyen el primer paso para comenzar a aterrizar la reforma energética, comentó.

El presidente de AMIPE dijo ante agremiados que el modelo presentado cuenta con los elementos necesarios para consolidar el cambio de paradigma pretendido por la reforma energética, y señaló que en estas épocas de turbulencia que atraviesa el mercado mundial de crudo es necesario que la normatividad garantice la certeza que no están dando los bajos precios del petróleo.

En el marco de la posición del gobierno federal, quien ha sido claro en establecer que el diseño del concurso se realizó tomando en cuenta la mayor renta y beneficio para la sociedad mexicana, Erik Legorreta externó que el mejor catalizador para concretar dichos beneficios son condiciones justas para la industria nacional, dado que ésta es la primera generadora de empleos directos e indirectos.

En este sentido es importante que los órganos de vigilancia de contenido nacional, conformados por la Secretaría de Economía y terceros autónomos, logren que la industria nacional no se convierta en una eterna subcontratista, finalizó.

Por su parte, el presidente de la comisión de Energía de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Gilberto Ortiz, consideró que la única esperanza de la gran mayoría de las empresas mexicanas para beneficiarse con la apertura de campos petroleros a particulares en aguas someras es que las grandes empresas que ganen los contratos las empleen como proveedoras.

En entrevista señaló que la exigencia de un capital mínimo de mil millones de dólares necesaria para poder entrar a la licitación sólo la pueden cumplir los 500 grupos empresariales que hay en México, pero la mayoría está en sectores que nada tienen que ver con el petrolero.

En ese sentido, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, coincidió en que las empresas mexicanas que podrían entrar a las licitaciones son muy muy pocas, por lo que se buscará que se modifiquen las bases. Dijo que el sector empresarial mantiene una relación muy estrecha con los órganos reguladores del sector energético, como la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos, a través de los cuales se buscará hacer modificaciones.

Creo que la industria mediana y pequeña, que son más de 95 por ciento de las empresas en México, para poder participar van a tener que poner sus esperanzas en que estas empresas que van a tener los contratos acudan a la proveduría nacional para todas las inversiones que se tienen que hacer alrededor.

El dirigente descartó que el desplome en los precios internacionales del crudo pueda provocar la cancelación de proyectos, ya que pese a ello, la experiencia que tiene Pemex le permite extraer petróleo a precios muy bajos, por lo que un barril que ronda los 50 dólares sigue siendo negocio.

Pidió que se apresuren los proyectos de refinación y petroquímica para que en lugar de exportar el petróleo tan barato –aprovechando el bajo costo de obtención que se puede lograr– se tenga una industria de refinación y petroquímica fuerte.