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Fahmy y dos colegas fueron detenidos para dar una lección a Qatar

Al Jazeera abandona al jefe de su oficina, preso en Egipto
The Independent
Periódico La Jornada
Sábado 6 de diciembre de 2014, p. 33

Londres.

Mohamed Fahmy es un hombre enojado, y con razón. Afirma que él, junto con Peter Greste y Baher Mohamed, sus dos colegas del canal Al Jazeera, con sede en Qatar, fueron encarcelados por los egipcios para dar una lección a Qatar, debido a que el emirato apoyó a la hoy proscrita Hermandad Musulmana. En mensajes transmitidos a The Indepedent por su familia, Fahmy describe las agresiones que padecen sus empleados y sostiene que Al Jazeera, por negligencia, puso en peligro a él y a sus colegas los días anteriores y posteriores a su arresto.

Es una historia lamentable, sobre todo porque Mohamed es el jefe de la oficina de Al Jazeera en inglés en El Cairo. Lo conozco personalmente y trabajé con él en Irak como periodista. También conozco a los otros dos prisioneros, quienes son víctimas de lo que él llama “una verdadera y continua guerra fría entre Egipto y Qatar”.

El país petrolero y productor de gas creó Al Jazeera en 1996 como proyecto de política exterior. El puesto de presidente ejecutivo del canal ha estado vacante durante meses y la gerencia, aparentemente, le falló a sus empleados, hoy presos, cuando éstos necesitaban desesperadamente de asesoría.

Mohamed tiene doble ciudadanía: egipcia y canadiense; trabajó para el diario Los Angeles Times y CNN antes de unirse a Al Jazeera como jefe de su oficina en Egipto. La semana pasada, en un texto enviado a la asociación Periodistas Canadienses por la Libre Expresión (CJFE, por sus siglas en inglés), habló de su predicamento.

Tomé el cargo (en Al Jazeera) como reto personal, después del derrocamiento del gobierno de la Hermandad Musulmana, el 3 de julio de 2013, cinco meses antes de nuestro arresto, afirma. Meses más tarde resultó evidente que heredé un barco que se hundía, pero seguíamos luchando contra el océano sin que la oficina en Qatar nos sirviera de brújula o faro para mantenernos a salvo.

Según la familia del periodista, Mohamed advirtió varias veces a Al Jazeera del peligro que él y su equipo corrían después de que sus oficinas en El Cairo fueron cerradas y tuvieron que operar desde el hotel Marriot de la capital. Mohamed pidió a sus jefes no jugar a las escondidas con la policía.

Más tarde, el gobierno egipcio acusó fraudulentamente a los periodistas de asistir a la terrorista Hermandad Musulmana después de que el ejército protagonizó un golpe contra el presidente electo, Mohamed Mursi. De hecho, Fahmy se manifestó públicamente contra la Hermandad cuando Mursi estaba en el poder.

Añade que los egipcios se mostraron particularmente molestos con el programa egipcio de Al Jazeera llamado Mubasher Misr Egypt en Vivo, y solicitó a la oficina central no utilizar sus reportes, los de sus colegas, en dicha emisión.

Pero sí usaron nuestros reportes en Mubasher e invitaron a comentaristas al estudio en Qatar para analizarlos, afirmó Mohamed Fahmy por conducto de su familia. Hay que agregar que Al Jazeera dijo no poder encontrar evidencia de que ello ocurrió.

Mohamed Fahmy, sin embargo, tiene otras quejas contra el abogado a quien designó el canal para defender a los tres periodistas y sobre la decisión de Al Jazeera de exigir al gobierno egipcio una compensación de 150 millones de dólares, por medio de un arbitraje internacional, cuando él y sus compañeros ya estaban en prisión.

Fuentes de Al Jazeera sugieren que Mohamed Fahmy, quien aún sufre los efectos de una fractura en el hombro, puede haber malinterpretado los esfuerzos que se hicieron en su favor. Otros dicen que cuando los periodistas fueron arrestados, muchos de los altos ejecutivos de Al Jazeera estaban en Estados Unidos para lanzar el canal en ese país, y que los funcionarios de menor rango que permanecían en Qatar fueron negligentes en su respuesta al predicamento que se desenvolvía. Fahmy asegura que la orden que recibió fue que se dedicara a sus labores ejecutivas y dejara la política a Al Jazeera.

En su elocuente mensaje a la CJFE de Toronto, Fahmy señala que conoció a Steven Sotloff, el periodista decapitado recientemente por el EI y lo describió como un hombre con un hambre genuina por la verdad, y enfatizó que el gobierno egipcio los tachó a él, Greste y Mohamed de terroristas.

Esos asesinos son los terroristas, no Peter (Greste), (Mohamed) Fahmy o Baher (Mohamed), escribó. Agregó: Debe escribirse un libro sobre los prejuicios entre Egipto y Qatar, que son lo que nos convirtieron en seres sacrificables y nos pusieron tras las rejas.

Mohamed Fahmy, de hecho, escribe actualmente un libro que se titulará La célula del Marriot, que es como los egipcios lo llamaron a él y a sus colegas cuando los arrestaron en ese hotel.

En su mensaje a The Independent, Mohamed Fahmy se dice muy, muy, muy enojado por verse atrapado en medio de una disputa internacional. Sus padres han visitado a ministros y otros personajes para gestionar que los periodistas sean liberados sanos y salvos. Fahmy cree que el presidente Sisi, el general que ejecutó el golpe contra Mursi, está tratando de garantizar su libertad.

“He hablado con algunos periodistas que me dijeron que Al Jazeera no nos protegió, que no tramitó los permisos que necesitábamos. Yo les pregunté (a los directivos del canal qatarí): ¿‘Por qué estamos en el Marriot’? Y les aseguré que yo tenía buenos contactos en los ministerios y en los servicios de inteligencia. Les dije ‘Esto no es correcto, ustedes van a hacer que nos arresten’, y me respondieron: ‘Déjennos esto a nosotros, ustedes dedíquense a lo editorial’”.

Fahmy ahora tiene como defensora a la abogada internacional Amal Alamudin y se muestra optimista, a pesar de que aún lleva en el hombro un clavo quirúrgico de casi 18 centímetros. En su mensaje al CJFE señala que sólo hasta hace poco se enteró de que el personal de Al Jazeera en Qatar ha manifestado abiertamente su indignación por el momento que se eligió para exigir a Egipto 150 millones de dólares como indemnización por la detención de los periodistas.

En una obvia referencia a Al Jazeera, Fahmy agregó que todos los altos ejecutivos de la cadena deben mantener un diálogo abierto con los gobiernos de los países en los que tienen reporteros para así impedir que estos abusivos autocráticos tengan pretexto para arrestar o matar a sus soldados de a pie.

Las críticas de Mohamed Fahmy fueron transmitidas a Al Jazeera. El vocero del canal, Osama Saeed, aseguró que la televisora es el único medio árabe que transmite desde Egipto una cobertura desde todos los espectros de opinión. Somos objeto de una campaña de intimidación. La gente podrá criticar nuestra reacción ante esta situación, pero debe recordarse que la responsabilidad de los periodistas encarcelados no es de esta organización noticiosa, sino de quienes los metieron en prisión.

Ello significa que falta mucho para llegar al fin de esta historia.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca