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Recibe doctorado honoris causa el economista y miembro de El Colegio Nacional

Los puestos políticos funcionan como grupo de caudillos regionales: Leopoldo Solís

La democratización del país abarca amplios ámbitos de la vida de una comunidad, señala

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El economista Leopoldo Solís Manjarrez durante la ceremonia de investidura del honoris causa a cargo del rector general de la UAM, Salvador Vega y León, acompañado de los rectores de las unidades Azcapozalco e Iztapalapa, Romualdo López Zárate y José Octavio Nateras DomínguezFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de noviembre de 2014, p. 45

Por su trayectoria profesional y como catedrático universitario, el economista y miembro de El Colegio Nacional y la Academia Mexicana de la Lengua, Leopoldo Solís Manjarrez, fue distinguido por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) con el doctorado honoris causa.

Solís Manjarrez hasta diciembre de 2013 se desempeñó como director general del Instituto de Investigación Económica y Social Lucas Alamán. Es licenciado en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México y tiene una especialización en Modelos de Economía Agregada por la Universidad de Yale.

Amplia trayectoria en la vida académica y en el gobierno

Ha desempeñado una trayectoria profesional en el gobierno federal, las bancas central y pública, así como en organismos internacionales y en la academia. En esta última ha recibido doctorados honoris causa por las universidades autónomas de Coahuila y de Nuevo León.

Desde 2010 preside el Consejo Consultivo del proyecto editorial digital de la UAM, denominado Observatorio Económico de México.

Una de las salas inteligentes de la Coordinación de Servicios de Información de la Unidad Azcapotzalco, inaugurada en 2008, lleva su nombre.

Luego de que el rector de la UAM, Salvador Vega y León, le entregó la distinción, Leopoldo Solís dijo en su discurso que los puestos políticos existentes han pasado de ser la colonia de una potencia europea a funcionar como un grupo de caudillos regionales, de grupos de intereses comunes.

Señaló que la democratización del país no termina en las esferas políticas, ya que “se tienen que democratizar otros ámbitos de la vida de una comunidad, sociedades civiles no políticas, profesionales, educativas, pero, sobre todo, las sindicales.

“Además, la influencia del sector obrero en los partidos políticos se ha rezagado respecto a la vida política.

Se puede pensar si acaso conviene democratizar a los sindicatos, sobre todo al de las empresas públicas, donde es evidente que hay líderes que tienen automóviles europeos de lujo y grupos de guardaespaldas que vigilan la vida sindical como es el caso del sindicato de Pemex.