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Antología de Libros y antilibros, columna que escribió el poeta de 1975 a 1982 en El Día

Publican los textos donde Efraín Huerta tomó el pulso de la cultura en México

Entre los propósitos del volumen están dar a los escritos el lugar que merecen y aportar a los jóvenes lectores del siglo XXI, asegura la hija del Gran Cocodrilo, encargada de la recopilación

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En Efraín Huerta en El Gallo Ilustrado, el lector conocerá abundantes anécdotas personales y el repaso a un tiempo de transformaciones sociales y políticasFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Lunes 3 de noviembre de 2014, p. a12

Uno de los espacios de crítica literaria más importantes de las letras mexicanas en el siglo XX, escrito por Efraín Huerta (1914-1982) para la columna Libros y antilibros fue recuperado por su hija Raquel Huerta-Nava para la antología donde se develan aspectos del ámbito cultural mexicano y latinoamericano de 1975 a 1982.

El volumen Efraín Huerta en El Gallo Ilustrado, antología de la columna Libros y antilibros, editado por Joaquín Mortiz, muestra una selección de lo que el Gran Cocodrilo escribió cada domingo durante ocho años. Es un compendio de lo que se vivía en la cultura, de esos difíciles años todavía con momentos de la guerra sucia y de mucha efervescencia política en América Latina.

Este libro, explica Huerta-Nava a La Jornada, es la crónica de un gran protagonista de la literatura mexicana en sus años de madurez y plenitud creadora, después de una trayectoria ininterrumpida como periodista desde 1936 hasta antes de su muerte.

En los textos periodísticos, prosigue la hija del poeta, se refleja el conocimiento literario y el gozo por la palabra, además de que se capta la personalidad de Efraín Huerta: su sentido del humor, su sencillez, su capacidad de gran narrador y ensayista.

Esta recopilación de Libros y antilibros se inició hace más de 10 años por Raquel Huerta y, luego de seleccionar de entre un corpus de 299 textos ahora presenta una muestra representativa de lo que fue el pulso de la cultura en México.

En esta columna se exhibe un panorama de todo lo que se publicaba, quién lo publicaba, qué sellos editoriales eran los más importantes, qué autores estaban en auge, además de muchas novedades sobre libros y ensayos, entre otros temas importantes, como el del plagio.

Panorama de los años 70

Libros y antilibros apareció por primera vez en el número 688 de El Gallo Ilustrado, suplemento dominical de El Día, el 31 de agosto de 1975, invitación que realizó a Huerta el periodista Enrique Ramírez y Ramírez.

La columna, explica Huerta-Nava nos permite conocer de primera mano el intenso ambiente literario, político y vital de los años 70, en un continente donde imperaban las dictaduras militares y la represión, y la esperanza de cambio estaba en los grupos radicales, que por la vía de la lucha armada buscaban cambiar el sistema, teniendo como modelo de una utopía posible a la revolución cubana.

Efraín Huerta, sostiene su hija, “fue siempre un hombre de izquierda, un luchador social desde el ejercicio del periodismo profesional, el cual fue su ‘trinchera’ de combate, dicho en sus propias palabras”.

Otro de los propósitos de esta publicación, puntualiza Raquel Huerta, es dar a estos textos tan valiosos el lugar que merecen.

Esta antología, dice Raquel Huerta, es una aportación para que los jóvenes lectores del siglo XXI conozcan Libros y antilibros en el contexto de los festejos por el centenario de Efraín Huerta.

Falta material por conocer

Además, dice, mi padre fue uno de los cronistas más importantes de cine y fundador de Periodistas Cinematográficos de México, organismo que presidió en dos ocasiones.

La antologadora explica que aún no se conoce la totalidad de la obra periodística de Huerta, aunque ya trabaja en la digitalización de lo que tiene registrado en el archivo familiar y está en la búsqueda de algunos artículos que todavía no ha recuperado.

En Efraín Huerta en El Gallo Ilustrado, el lector conocerá abundantes anécdotas personales y el repaso a un tiempo de transformaciones sociales y políticas, como la dictaduras militares en Sudamérica, las guerrillas centroaméricanas y el fin del franquismo en España.

También existe un abordaje pleno de humor y de ironía del quehacer cultural de esos años, entre viajes y recuerdos de la generación del 27, el exilio español y los nombres más destacados de las artes y letras iberoamericanas del siglo XX, puntualiza Raquel Huerta.