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Es un bastión cultural, dice el dibujante y litógrafo Héctor Vargas Salazar

Exhiben en Buenos Aires unos 40 grabados del acervo del Taller de Gráfica Popular
 
Periódico La Jornada
Martes 21 de octubre de 2014, p. 7

El Taller de Gráfica Popular (TGP), con 77 años a cuestas, que surgió en un momento histórico que poco tiene que ver con el actual, equivale a un bastión de la cultura, dice el dibujante y litógrafo Héctor Vargas Salazar (DF, 1986), uno de los integrantes más jóvenes del colectivo fundado por Leopoldo Méndez, Pablo O’Higgins y Luis Arenal.

Ese carácter de baluarte es lo que precisamente justifica la existencia del TGP, señala Vargas, entrevistado con motivo de El Taller de Gráfica Popular: pasado y presente, exposición que reúne unos 40 grabados, montada en el Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas, en Buenos Aires, Argentina.

Resulta que casi todo el trabajo producido en el taller desde su fundación en 1937 hasta hoy se conserva con mucho cuidado, cariño, amor, responsabilidad y respeto, porque sabemos lo que significa, en su actual local de la calle Dr. Manuel Villada 46, colonia Doctores, con el que se cuenta gracias a un contrato de comodato con el Gobierno del Distrito Federal (GDF).

Todo ese material es de interés para la cultura en México y para la historia del arte, de allí que si el TGP no existiera, estos archivos estarían desperdigados, perdidos o en la colección particular de algún político o algún vivales.

Asimismo, el joven grabador Víctor Rizo organiza la biblioteca del taller y piensa titularse con una tesis sobre el archivo del taller.

El TGP sigue produciendo obra, aunque de una vena muy libre, del que es ejemplo el mismo Vargas, pues estudió pintura con Jesús Álvarez Amaya, quien dirigió la asociación civil sin fines de lucro de 1967 hasta su muerte, en 2010.

Si la obra de Vargas tiene más que ver con el arte contemporáneo que con la denuncia, acota que el taller cuenta con un grupo de artistas cuyo trabajo suele reflejar “todo lo mal que está la sociedad ahora.

León Bernal acaba de hacer una serie de grabados contra Monsanto, y proyecta hacer unos carteles; Víctor Rizo siempre lo hace con los temas social e indigenista. Se trata de una serie de obras que pretende donar al Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (Iago), ya que desean crear un vínculo con esa instancia fundada por Francisco Toledo.

A la Universidad de San Martín

Álvarez Amaya fue muy criticado por haber dirigido el TGP durante 43 años. Para el entrevistado, lo que hizo fue “lograr que no desapareciera, porque se encargaba de pelearse con todo mundo, conseguir contratos –como el de la casa que ocupan–, ver de dónde sacaba dinero para mantenerlo, además de trabajar en su producción gráfica”. De él era el grabado de Benito Juárez que lucía atrás de Andrés Manuel López Obrador durante sus conferencias de prensa matutinas, cuando era jefe de Gobierno del DF.

En 2013, el Museo de Arte de Tel Aviv montó una exposición del TGP con material adquirido en los años 50 del siglo pasado, casi todo donado por David Alfaro Siqueiros, por conducto de un centro cultural en México.

Integrada por obra de Beltrán, Escobedo, Álvarez Amaya, Bracho, O’Higgins, Castro Pacheco, Méndez, Lazos, Zalce, Merelles y Yampolsky, además de los integrantes jóvenes, El Taller de Gráfica Popular: pasado y presente permanecerá en el Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas hasta principios de noviembre, luego irá a la galería de la Universidad Nacional de San Martín, así como otras sedes.