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No fue ni general, ni nacional, asegura el gobierno

El paro en Argentina, un fracaso; fue a trabajar 80% de la fuerza laboral
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 29 de agosto de 2014, p. 35

Buenos Aires, 28 de agosto.

El paro general en Argentina, al que convocaron a nivel nacional tres centrales sindicales opositoras, con el apoyo de organizaciones trotkistas, fue considerado fracasado, tanto por el gobierno como por medios de la propia derecha y el Ministerio de Trabajo ofreció cifras contundentes.

Mientras grupos de izquierda radical bloqueaban entradas a esta capital, y algunas de sus calles, hubo ataques con piedras en la madrugada y las primeras horas de la mañana contra varia líneas de transporte público, cuyo sindicato la Unión Tranviarios Automotores, no se adhirió al paro.

Hubo taxis, bares y restaurantes abiertos en todos los barrios de la ciudad. Se denunció violencia contra trabajadores que no acataron el paro como fue el caso de algunos empleados de la línea Sarmiento de ferrocarriles que fueron atacados por delegados, según dijo el propio ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.

Denunció también los daños causados a una de las formaciones de la línea Sarmiento, que ha sido dotada de una cantidad de nuevos vagones, comprados a China, y responsabilizó al sector sindical de La Fraternidad que conduce Rubén Pollo Sobrero; adelantó una denuncia penal por el hecho. Calificó de incomprensible la adhesión de la Unión Ferroviaria al paro, cuyos dirigentes han sido parte de la destrucción del sistema ferroviario en los 90.

El ataque a las nuevas dotaciones de trenes fue repudiado públicamente a través de la red social Facebook por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien también mostró fotografías de trenes, recientemente comprados a los que un grupo violento llenó de basura.

En el interior, grupos activos de camioneros bloquearon carreteras, detuvieron a automovilistas, transporte públicos y camiones, a los que registraban, lo que provocó un fuerte rechazo. Las llamadas patotas, grupos de choque sindicales, recorrieron la ciudad y amenazaron a las gasolineras que intentaban vender gasolina a los automóviles que circularon. Hubo taxis, comercios abiertos y las importantes industrias funcionaron.

En todo el país la situación fue similar y la Federación Agraria Argentina, que apoyó el paro reconoció que no se había logrado el alcance propuesto en la medida.

Hugo Moyano, de la Confederación general del Trabajo (línea opositora) aseguraba que 90 por ciento acató la medida, no se atrevió a dar cifras, cuando ya se notaba que este paro en ningún momento tuvo la contundencia del realizado en abril pasado.

Moyano amenazó con otro nuevo paro, lo que fue inmediatamente apoyado por la American Task Force que hace lobby para los fondos buitres en el país.

“En medio de un conflicto con estos fondos que intentan hacernos pagar los platos rotos de la década neoliberal y de la profunda crisis financiera con recesión y desempleo que tiñe de negro el horizonte del mundo, Moyano-Luis Barrionuevo-Pablo Micheli, con el auspicio de La Nación-Clarín-TN y el apoyo activo e irresponsable de la izquierda insurgente, lanzan un paro que es funcional a los peores sectores locales y externos”, dijo Julio Fernández Baraibar, de Causa Popular

Recordó asimismo que con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner se retomaron las paritarias; se crearon millones de nuevos empleos; casi tres millones de personas -la mayoría mujeres amas de casa- son nuevos jubilados con haberes que se actualizan dos veces al año; hay asignación universal por Hijo y Plan Progresar que resguardan a niños, madres y jóvenes que pueden retomar sus estudios; se protegió a la industria nacional; se nacionalizó YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales), recuperando la soberanía energética, entre tantas otras medidas que favorecieron al pueblo argentino y que forman parte de una política de derechos humanos, sociales y políticos jamás vivido en nuestro país, desde 1955.

A su vez, el Ministro de Trabajo Carlos Tomada dijo que este no fue un paro general ni nacional y afirmó que 80 por ciento de la fuerza laboral realizó sus tareas sin problemas y que la gran mayoría de los argentinos concurrió a trabajar a lo largo y ancho del país:

Por su parte, el diputado nacional por el Frente de Izquierda, el trotkista Néstor Pitrola, reconoció que la función de los bloqueos fue la disuasión de los trabajadores para reforzar el paro resuelto por las organizaciones obreras, lo que demostró este insólito pacto entre derechas y presuntas izquierdas.

Este paro apresurado por golpear al gobierno debilita a la oposición que está fuertemente fragmentada. Pero a la vez las pérdidas como siempre son millonarias.