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Cirugías con navajas de afeitar, analgésicos reusados y escasez de material de sutura

Señalan falta de medicamentos y equipo e incumplimiento de reglas de bioseguridad
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Pacientes en una de las salas de espera del Hospital General del Instituto de Seguridad Social y Servicios de los Trabajadores del Estado en ZacatecasFoto Alfredo Valadez R.
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de agosto de 2014, p. 33

Zacatecas, Zac., 26 de agosto.

El desabasto de medicamentos en el hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) en Zacatecas obliga a los pacientes y sus familias a conseguirlos por cuenta propia. El problema se ha extendido a las áreas de quirófanos y hospitalización, lo que pone en riesgo a enfermos con padecimientos crónicos, explicaron médicos y enfermeras.

Todos los miércoles, desde las 5 horas, decenas de derechohabientes hacen una larga fila fuera de la farmacia, en espera de que les surtan sus recetas. Invariablemente, la mitad se retiran sin sus medicinas o sólo reciben parte de ellas.

Cómo le hacen, por ejemplo, los pacientes diabéticos? De tres cajas nada más les dan una. Los que tienen dinero compran el resto, y los que no, pues no lo toman. Y eso propicia que haya sobrepoblación de pacientes internados, reprocha Luz Marina Covarrubias, una de las jefas de enfermeras.

El delegado (estatal del Issste, Carlos de la Torre Tosca) tiene el descaro de decir que el abasto de medicamentos y material está bien, y eso es mentira. Estamos batallando con la falta de xilocaína (anestésico), esencial para infiltrar, para poner un bloqueo o una anestesia local, asegura.

La también jefa de enfermeras Alejandra Guerrero Román explica que cada vez que se termina la xilocaína –lo que sucede con frecuencia–, la delegación del Issste se pone a buscar (en farmacias y laboratorios externos) y nos dan una caja para todo el quirófano, y creen que con eso basta. La norma oficial para este medicamento ordena que una vez abierto un frasco debe desecharse, pero nosotros lo reusamos porque no tenemos con qué trabajar, aseguró.

Agregó que en los quirófanos ni en las demás áreas del hospital no existe un aire de calidad. Yo estoy en epidemiología y ahí (por los olores provenientes de la cocina) sé qué vamos a comer todos los días. Los ductos de la cocina y de epidemiología están comunicados, porque las normas de bioseguridad no se cumplen.

El oncólogo José Crescencio López relató que el 19 de agosto operó a una paciente ¡y no había hilos para sutura! Tuve que adaptarme a lo que tenía. A la paciente le fue muy bien, está recuperándose, pero no se le operó con los materiales de calidad que requería.

Médicos y enfermeras confirmaron que en algunas ocasiones, ante la falta de bisturís y demás material en el quirófano, y ante la urgencia de operar a un paciente, se ha solicitado a los familiares conseguir en alguna farmacia navajas de rasurar y nosotros las desinfectamos para operar. Ha llegado a ocurrir.

Llamamos al gobierno federal a que voltee al hospital del Issste de Zacatecas, porque trabajamos con seres humanos; no son papeles ni construcciones, subrayó López.