Sociedad y Justicia
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Terapias sustitutivas a la larga resultan más caras, explica

Insuficientes, los cambios legales para promover trasplantes: experta
 
Periódico La Jornada
Domingo 27 de julio de 2014, p. 32

Las reformas realizadas a la Ley General de Salud en materia de trasplantes, aunque significaron algunos avances, no fueron suficientes, consideró Magdalena Madero Rovalo, jefa del Departamento de Nefrología y responsable del programa de trasplante renal del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez.

Señaló que la reforma legislativa realizada en 2011, que derivó en la publicación de un nuevo reglamento en el rubro, el cual entró en vigor en marzo pasado, tiene lagunas, porque “en materia de trasplantes necesitamos un ente regulador –que es el Centro Nacional de Trasplantes– que pueda asignar los órganos de una manera justa para todos. Necesitamos trabajar en esto”, y añadió que hasta ahora no ha habido un aumento significativo en el número de estas operaciones, debido a que nuestro sistema nacional tiene todavía muchas deficiencias, empezando por la asignación de órganos, la procuración de los mismos, la cultura de donación, el presupuesto que existe para la procuración y asignación de órganos en el país; esos son los principales problemas.

Precisó que en la reforma que se perfila al sistema sanitario, los trasplantes deberían incluirse en la materia de gastos catastróficos, como decía la secretaria de Salud, Mercedes Juan López.

Esta semana, la titular de la Secretaría de Salud señaló que estamos buscando cómo ir aumentando con el Fondo de Protección de Gastos Catastróficos la posibilidad de cubrir más trasplantes, pero sin embargo es muy complicado, porque no alcanzarían todos los recursos de nuestras instituciones de salud para poder financiar todos los trasplantes, pero vamos avanzando.

Madero Rovalo dijo que ahora se apoya la terapia de sustitución renal, trasplante y diálisis en menores de 18 años, mas no en adultos, de tal forma que toda la población no derechohabiente del IMSS o del Issste no tiene cobertura para diálisis, hemodiálisis ni trasplante.

Subrayó que deben realizarse más trasplantes; en el caso de riñón tendrían que ser por lo menos unos 6 mil al año, pero sólo se realizan un promedio de 2 mil 700, pues las terapias mientras se está a la espera de un órgano son muy caras.

Precisó que al Instituto Nacional de Cardiología le cuesta 359 mil pesos un trasplante de riñón y el tratamiento posterior no está incluido (en esa suma), por lo cual a ello se debe agregar la inmunosupresión, que cuesta entre 10 y 15 mil pesos al mes. Una cifra similar cuestan las diálisis y hemodiálisis, por lo cual, refirió, de todos modos a largo plazo es más barato hacer el trasplante.

Apuntó que estudios han demostrado que la terapia de sustitución renal por medio de diálisis peritoneal o hemodiálisis es mucho más cara a la larga que un trasplante. La terapia es sumamente costosa y las complicaciones de esta terapia son también sumamente costosas y la mortalidad es mucho mayor comparada con el trasplante.