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Tendrían utilidad para combatir desarreglos del sistema inmunitario

Estudio pionero en el IPN descubre células peculiares en la carpa común

También se relacionarían con obesidad, diabetes y asma

La investigación se realiza en la ENCB Zacatenco

 
Periódico La Jornada
Domingo 27 de julio de 2014, p. 32

Una investigación realizada en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) descubrió en la carpa común células capaces de combatir enfermedades, lo cual constituye una aportación de la ciencia mexicana al mundo.

Ruth Lizzeth Madera Sandoval, investigadora de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), Unidad Zacatenco, realizó un trabajo pionero en el que encontró en esos peces la presencia de células linfoides asociadas al tejido graso o FALC (por sus siglas en inglés).

Explicó que las citadas células –descubiertas antes por el investigador japonés K. Moro en ratones y en humanos– son de tipo sanguíneo y se dedican a la defensa del organismo ante la entrada de huéspedes o agentes extraños, siendo un trabajo pionero a escala mundial.

La investigadora estudia la maestría en ciencias químicobiológicas en la ENCB Zacatenco y su investigación se titula Búsqueda y caracterización de conglomerados de células linfoides asociadas a tejido graso (FALC).

Explicó que las células FALC generan citosinas, que son sustancias que tienen función inflamatoria o antinflamatoria y están implicadas en muchos procesos del sistema inmune, que es el que ayuda al organismo a defenderse de todo lo extraño que ingresa en él.

Las células FALC ayudan en la defensa contra parásitos o helmintos intestinales (gusanos). Con sus citosinas hacen que las células se inflen y empiecen a contraerse y así se expulsa a los helmintos de una manera normal por el tracto intestinal.

Estas células, agregó la joven politécnica, convocan a otras, un subgrupo de células sanguíneas que son los eosinófilos –glóbulos blancos–, los cuales tienen gránulos que matan a los gusanos y demás parásitos que normalmente se encuentran en el intestino.

Madera Sandoval indicó que otra de las funciones que posiblemente tienen las células FALC es la regulación en la inflamación del tejido adiposo, lo cual, en humanos, está relacionado con obesidad y diabetes.

Otra de las funciones que tienen las FALC es su relación con las enfermedades alérgicas, como el asma; lo que sucede es que las citosinas son las primeras en llegar y reclutar células para combatir estas enfermedades.

Subrayó que el descubrimiento de que este tipo de células están en la carpa común es resultado de investigaciones realizadas en el Laboratorio de Toxicología Ambiental de la ENCB Zacatenco.

Además, dijo, durante las investigaciones se descubrió una función tumorogénica en las carpas: Estas células tienen el poder de hacer un cambio en la pared intestinal, una sobreproducción de colágeno que va envolviendo un determinado tejido, haciendo una masa, la cual aún no se sabe si es tumoral, aunque lo más seguro es que sí, y esto representa el primer hallazgo sobre el tema.

Por tanto, señaló la investigadora del IPN, se logró una nueva aportación al descubrirse las células linfoides asociadas al tejido graso o FALC, en las células del tejido adiposo de la carpa común. “Esto –sostuvo Madera Sandoval– genera un conocimiento nuevo y es un trabajo pionero a escala mundial”.

En sus investigaciones contó con la colaboración, orientación y guía del doctor Armando Vega López, del Laboratorio de Toxicología Ambiental de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, y de la doctora Ethel García Latorre.