Opinión
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México SA

De sanciones y reacciones

Rusia y China de la mano

BRICS, a la vanguardia

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El presidente ruso Vladimir Putin, asu llegada al palacio presidencial de Planalto, en Brasilia, Brasil, ayer lunes, para asistir a la cumbre de presidentes de los países BRICSFoto Ap
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esde que la Casa Blanca anunció sanciones ejemplares en contra de Rusia por el asunto de Crimea, el Kremlin, con Vladimir Putin a la cabeza, no sólo agradeció el detalle de la administración Obama, sino que se puso a operar en contra de aquellos que intentan, como es su costumbre, conservar el monopolio, dictar las reglas de juego en política, en el comercio y en las finanzas, e imponer las normas culturales. ¿No es evidente que las sanciones económicas utilizadas como un instrumento de presión política en el mundo actual interdependiente tienen un efecto bumerán?

Dicho y hecho. Las sanciones ejemplares lo único que lograron fue reforzar la alianza entre Rusia y China, y que ambos gigantes vuelquen su política exterior hacia América Latina, ante la necesidad, como ha subrayado Putin, de establecer juntos un sistema de medidas que permita evitar una cacería de países que no están de acuerdo con algunas decisiones tomadas por Estados Unidos y sus socios, y mantener un diálogo civilizado y respetuoso sobre todas las cuestiones debatibles.

El líder ruso organizó tremenda gira por distintas naciones latinoamericanas –canceló voluminosas deudas, anunció fuertes inversiones y firmó todo tipo de acuerdos políticos, económicos y culturales–, que incluyó la sexta cumbre del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), durante la cual se anunció la creación de un banco de desarrollo efectivo y actuante, no manipulado por Estados Unidos, y cualquier cantidad de acuerdos científicos, energéticos, industriales y los que se acumulen, en el entendido de que el crecimiento y el desarrollo deben darse en beneficio de todos y con la participación de todos.

La idea, pues, es que la globalización sea, efectivamente, global y no un simple pretexto unipolar para enriquecer a los ricos, empobrecer aún más a los pobres y someter a los más débiles y hambrientos. Como ha señalado el líder ruso, hay que desarrollar por todos los medios la colaboración en la ONU, oponerse a los intentos de ciertos Estados de imponer a la comunidad internacional la costumbre de derrocar a los gobiernos que les resultan incómodos, así como los intentos de promover métodos unilaterales para superar situaciones de crisis.

Y en el clásico boxístico del uno-dos, poco después de que Putin comenzó su gira por América Latina, el presidente chino Xi Jinping inició su propio periplo por naciones de la región con el fin de intensificar las relaciones económicas y políticas, ampliar mercados y, desde luego, participar en la cumbre BRICS y en la reunión de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac). Como referencia, vale mencionar que desde 2009 China desbancó a Estados Unidos como principal socio comercial del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela), aunque mantiene atado a México, cuyo comercio exterior depende de su vecino del norte en 85 por ciento.

La globalización unipolar, valga el término, mantiene en el subdesarrollo a buena parte de la comunidad de naciones y en la pobreza a más de la mitad de los pobladores del planeta. El gran promotor retórico de esa globalización, Estados Unidos, ha exigido todo a esos países, y sus débiles gobiernos, sin chistar, le han concedido todo. A cambio les armó su Consenso de Washington para hacerlos aún más dependientes y fragmentados.

Que sigan, pues, las sanciones ejemplares estadunidenses en contra de los que no se alinean, de los que tienen ruta propia, porque tal vez esa sea la receta más efectiva e inmediata para que el mundo reaccione y no pocos gobiernos dejen de escuchar el canto de las sirenas de barras y estrellas. Y en este contexto, la decidida respuesta y acción de los países sancionados es más que ilustrativa de que la a todas luces injusta globalización unipolar y fragmentaria puede y debe llegar a su fin, para que el planeta sea mucho más habitable.

Y desde Fortaleza llega la noticia de que además de la creación de un Banco de Desarrollo, otro objetivo principal del encuentro de los BRICS será la puesta en marcha de un Fondo Monetario alternativo. La creación de estas instituciones muestra que los países BRICS quieren extender su influencia de forma constructiva. La idea es ser la contraparte del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, explica José Alfredo Graça Lima, subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil” (Rusia Today).

La decisión de crear el Banco de Desarrollo se tomó durante la cumbre de Durban (Sudáfrica) a finales de marzo de 2013. En agosto de ese año altos funcionarios de Brasil, Rusia, Sudáfrica, India y China acordaron la estructura de la nueva institución financiera. Mientras el nuevo banco apoyará proyectos de infraestructura en los Estados BRICS y en países en vías de desarrollo, el nuevo Fondo Monetario ayudará a países con problemas en su balanza de pagos.

Según analistas chinos citados por medios rusos, el significado de la sexta cumbre es demostrar que ante la creciente ola de sanciones, Rusia y sus socios del BRICS toman medidas concretas para abandonar el dólar. Debido a las sanciones de Occidente, Rusia hace esfuerzos para deshacerse de las ataduras del dólar, recordando que el Banco de China y el banco ruso VTB firmaron un acuerdo sobre el uso de divisas nacionales (ídem).

En este contexto, el enviado de La Jornada a la citada cumbre que se realiza en Fortaleza, Roberto González Amador, detalla que “la conformación de un sistema propio de comercio entre Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica, que recurra más al uso de monedas locales (no al dólar estadunidense) fue propuesto por empresarios de ese bloque de naciones, en un paso adelante en la formación de un mecanismo que ya contará con su banco de desarrollo para financiar inversiones en infraestructura y un fondo de reserva de divisas para ayudar a sortear crisis financieras. ‘Queremos que los BRICS avancen y aprovechen una alianza política que ya existe para reforzar una alianza económica’, dijo Carlos Abijaodi, director de la Confederación Nacional de Industria de Brasil”, anfitriona de un encuentro de 700 empresarios de los cinco países, que se realiza en el marco de la sexta cumbre.

Las rebanadas del pastel

En fin, parece que ciertas zonas del planeta reaccionan a tiempo, se mueven rápido, bien y de forma contundente, algo que por lo demás era ya más que necesario.

Twitter: @cafevega