Río de Janeiro, 12 de julio.

Argentina no es Brasil, previno el entrenador de Alemania, Joachim Löw, un día antes del duelo final del Mundial 2014. No sólo advirtió sobre la distancia que separa el futbol de la albiceleste del que exhibió el equipo anfitrión, sino además recordó que su rival es mejor que el conjunto que trituró hace cuatro años en Sudáfrica.

Argentina es un equipo muy compacto. Hoy está mucho mejor organizado tácticamente y es mucho más fuerte defensivamente que el de 2010, dijo el técnico en el estadio Maracaná.

Löw advirtió también que Argentina no puede reducirse a un jugador como Lionel Messi, porque precisamente este equipo es el que menos depende del talento del 10.

“Sería un error pensar así. Tiene otras grandes armas ofensivas, como Gonzalo Higuaín, Ángel di María, Kun Agüero. Este equipo está mejor organizado y lo ha demostrado desde el principio”, insistió.

Löw, quien anticipó un partido ajustado y con mucha pelea, dejó en claro que no tienen miedo de Argentina.

Tenemos respeto, pero estamos convencidos de que si imponemos nuestro juego, ganaremos, añadió el entrenador de 54 años.

Löw elogió la evolución de la albiceleste durante el torneo, hasta convertirse en una escuadra defensivamente muy sólida.

Hemos constatado que Argentina se ha transformado, pero es un equipo que domina bien ambos registros: intenta jugar de forma ofensiva y también es seguro defensivamente. Atrás pueden ser muy estables con ocho o nueve jugadores y luego salir muy rápido al contragolpe. Para eso tendremos que prepararnos.

A pesar de jugar su primera final en un Mundial, Löw aseguró que el duelo del domingo no es su mayor desafío como entrenador. Ya tuve otros grandes retos, dijo el técnico, quien no vería un fracaso en ser subcampeón.

Como equipo somos más maduros. Hemos recorrido un camino ascendente en los últimos años. Por supuesto que sería decepcionante perder, pero este equipo y el futbol alemán tienen futuro y no veo ningún problema.

Löw aseguró que ser la primera selección europea en ganar un Mundial en América no es una motivación especial para Alemania. Una vez que uno está en la final el propósito es ganar, llevarse la copa a casa. Obviamente somos conscientes de que podemos escribir historia, porque los sudamericanos en este continente siempre dominaron. Está claro que sería una alegría extra si fuéramos los primeros europeos en ganar en América, afirmó.