Sociedad y Justicia
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Gianfranco Ghirlanda deberá ayudar a superar la crisis institucional

Jesuita aconsejará cómo mejorar imagen de Legionarios de Cristo

Rectificar los puntos referentes al Concilio Vaticano II y los lazos con el movimiento Regnun Christi, tarea principal

Al borde de disolverse, la congregación intenta iniciar una nueva etapa

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Hasta ahora, Francisco no ha recibido al nuevo superior de los Legionarios y ha evitado reunirse con sus representantesFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 5 de julio de 2014, p. 33

Ciudad del Vaticano, 4 de julio.

El papa Francisco designó un asesor especial para la congregación Legionarios de Cristo, señal de que no está satisfecho con las reformas adoptadas tras el escándalo por los abusos sexuales cometidos por su fundador, el mexicano Marcial Maciel.

El asistente pontificio, el jesuita italiano Gianfranco Ghirlanda, de 71 años, experto en derecho canónico, deberá asesorar a la entidad para que rectifique varios puntos de los nuevos estatutos adoptados a inicios de este año por la poderosa congregación, la cual está presente en 22 países, entre ellos varios de América Latina.

El nombramiento del asesor fue anunciado la noche del jueves durante una reunión en Roma entre el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, el cardenal brasileño João Braz de Aviz, y el nuevo director general de los Legionarios, el religioso mexicano Eduardo Robles-Gil.

Sin derecho a voto

Deberá ayudar a los Legionarios a superar definitivamente la difícil crisis institucional vivida en los últimos años, subraya en un comunicado la congregación.

El Vaticano subrayó por su parte que se trata de un asistente, una suerte de consejero y no de un comisario, ya que no tendrá derecho a votar, aunque participará en las reuniones del consejo superior.

El asesor, ex rector de la prestigiosa Universidad Gregoriana, tiene como principal tarea que se rectifiquen, para que resulten más explícitos, dos puntos importantes de los nuevos estatutos: la referencia al Concilio Vaticano II (1962-1965), la asamblea que modernizó a la Iglesia a mediados del siglo XX, y los lazos entre los Legionarios y el influyente movimiento laico Regnum Christi.

Los miembros del gobierno general acogemos con gratitud la ayuda que la Iglesia nos ofrece a través del padre Ghirlanda. Nos llenan de confianza su experiencia y sus capacidades personales, así como el conocimiento que ya tiene de la Legión y del Regnum Christi, al haber sido consejero personal del delegado pontificio, expresó Robles-Gil en una carta dirigida a los Legionarios.

La congregación conservadora de los Legionarios, fundada en 1941, logró por décadas ocultar las denuncias contra Maciel y contó con la protección de altos jerarcas del Vaticano durante el pontificado de Juan Pablo II (1978-2005), quien consideraba a aquellos ejemplo de virtud católica.

Con una petición colectiva de perdón por los comportamientos graves y objetivamente inmorales cometidos por Maciel, pronunciada a través de un comunicado divulgado en febrero pasado en Roma tras una serie de reuniones extraordinarias, el movimiento intenta iniciar una nueva etapa después de estar al borde de la disolución por haber protagonizado uno de los mayores escándalos de la Iglesia.

El Papa, que llegó al trono en marzo pasado, no ha recibido hasta ahora al nuevo superior de los Legionarios y ha evitado reunirse con sus representantes durante sus pocos viajes al exterior.

Algunos colaboradores de Maciel siguieron ocupando cargos importantes dentro de la congregación, lo que suscita críticas entre algunos sectores internos así como por parte de varios observadores de asuntos del Vaticano.

Después de la muerte, en 2008, de Maciel y de que en 2006 fue relegado al silencio por orden de Benedicto XVI tras ser condenado por pedofilia, se le descubrieron otros delitos, como haber abusado de los hijos que tuvo con dos mujeres.

En abril pasado los Legionarios removieron de su cargo a Luis Garza Medina, quien fue vicario en los tiempos de Maciel y llegó a ser una de las figuras más poderosas de la congregación.

Las nuevos estatutos serán publicados cuando reciban aprobación definitiva del Papa.