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Recibirá sólo lo que pague por adelantado

Rusia corta envío de gas a Ucrania

El caso, al Tribunal de Arbitraje de Estocolmo

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Elementos de seguridad reprimen a manifestantes que protestaban por el apoyo de Moscú a pro rusos en el este de Ucrania. La marcha se realizaba cerca del consulado general ruso en la ciudad ucrania de OdesaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 17 de junio de 2014, p. 19

Moscú, 16 de junio.

Las negociaciones sobre el precio del gas entre Rusia y Ucrania, con la mediación de la Unión Europea, concluyeron en rotundo fracaso y, a partir de este lunes, Gazprom, el monopolio ruso del gas, cortó los suministros del combustible al vecino país eslavo.

Desde hoy, por sus constantes impagos, Ucrania recibirá gas ruso sólo en los volúmenes que haya pagado por adelantado, anunció Gazprom en un comunicado, emitido poco después de que venciera el plazo para que su contraparte ucrania, Naftogaz, transfiriera parte importante de su deuda.

En el corto plazo, toda vez que los depósitos ucranios acumulan a la fecha 13 mil 500 millones de metros cúbicos de gas, cantidad suficiente para cubrir sus necesidades hasta octubre próximo y para asegurar la normalidad de los flujos hacia Europa, el cierre del grifo energético no supondrá un cataclismo.

Pero para no tener problemas este invierno, Ucrania requiere de 5 mil 100 millones de metros cúbicos adicionales. Si no los consigue en los meses siguientes –y parece que sólo tiene dos vías factibles: solucionar sus diferencias con Rusia en una nueva negociación del precio o instrumentar un esquema de triangulación con algún país europeo que pague menos por el gas ruso y pueda incrementar su cuota de importación y revenderlo a Ucrania–, podría afectarse el abastecimiento a la Unión Europea.

En este momento, la mayor preocupación de la Unión Europea –que compra a Rusia 39 por ciento del gas que consume y la mitad le llega vía los gasoductos que cruzan el territorio de Ucrania–, es que se repita la crisis de 2009, cuando Naftogaz, al cortar Moscú los suministros, comenzó a sustraer de modo ilegal parte del gas destinado para clientes europeos, creando serios problemas en varios países de la Unión.

Gazprom y Naftogaz, tras celebrar casi una decena de rondas de negociación, se echan la culpa por no poder ponerse de acuerdo respecto del precio del gas, una cuestión politizada al máximo por ambos lados.

Rusia propuso un descuento de 100 dólares por cada mil metros cúbicos –que dejaría el precio en 385 dólares–, lo mismo que cobraba al gobierno del depuesto presidente Viktor Yanukovich, a cambio de prolongar el acuerdo para mantener la sede de la Flota del Mar Negro en Sebastopol, el cual se anuló desde que Crimea pasó a formar parte de la Federación Rusa.

Ucrania –aconsejada por una tercera parte, lamentó el canciller ruso Serguei Lavrov sin mencionar explícitamente a Estados Unidos y la Unión Europea– consideró excesivo ese precio e insistió en que se fijara en 268.50 dólares por mil metros cúbicos.

Es la cantidad que, fruto de un nueva rebaja, pagaba el gobierno de Yanukovich después de que aceptó posponer la firma del acuerdo de asociación con la Unión Europea a cambio de la ayuda financiera del Kremlin. Ayer Ucrania se mostró dispuesta a pagar 326 dólares por mil metros cúbicos, pero Rusia lo declinó.

Mientras trataban de establecer el precio del gas, la deuda de Naftogaz a Gazprom quedó como rehén de las negociaciones.

Para no cortar el suministro, el monopolio ruso exigía el pago inmediato de mil 951 millones de dólares y rechazó el ofrecimiento ucranio de transferirle mil millones y el resto en seis entregas. Después, la empresa ucrania cambió su posición y anunció que no pagaría nada hasta que se fijara el precio que ella quería.

Como resultado, Gazprom no sólo cerró el grifo hoy, sino que introdujo para Ucrania el régimen de prepago y, más tarde, advirtió que no habrá ningún suministro hasta que Naftogaz salde la totalidad de su deuda.

Según Moscú, el impago de Naftogaz asciende a 4 mil 458 millones de dólares, cifra que Kiev no reconoce y, además, exige la devolución de 6 mil millones de dólares por lo que denomina facturación abusiva.

Tanto Rusia como Ucrania ya llevaron su contencioso al Tribunal de Arbitraje de Estocolmo.