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Murió el día en que fue rescatado Rubén Figueroa; se desconoce la identidad

Hallan restos de un guerrillero abatido por soldados hace 40 años en Guerrero
La Jornada Guerrero
Periódico La Jornada
Lunes 16 de junio de 2014, p. 13

Posquelite, Gro., 15 de junio.

Antropólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal desenterraron, a petición y bajo resguardo de la Comisión de la Verdad de Guerrero (Comverdad), los restos de un guerrillero abatido hace 40 años por el Ejército, e inhumado clandestinamente en un cerro de esta población el mismo día en que fue rescatado el entonces senador Rubén Figueroa Figueroa de manos de la guerrilla de Lucio Cabañas.

Con la diligencia, que comenzó el sábado y continuó este domingo, se logró recuperar un cráneo, un fémur, un coxis y un hueso de la mano, así como cuatro monedas, de las cuales al menos una fue acuñada en 1971, restos de tela y una treintena de otros indicios.

Los comisionados de la Com-verdad, Nicomedes Fuentes García y María del Pilar Noriega García, que encabezaron la diligencia, relataron que ésta se llevó a cabo sin personal de la Procuraduría de Guerrero aunque en coordinación con la dependencia, porque al principio no se sabía si se hallarían restos humanos. Después, al confirmarse el descubrimiento, la procuraduría determinó que los comisarios del poblado se constituyeran en auxiliares del Ministerio Público, ya que están legalmente facultados para ello.

Posquelite se encuentra en la sierra media del municipio de Atoyac y toda esa zona fue considerada territorio de influencia de la guerrilla que comandaba Lucio Cabañas Barrientos. El 8 de septiembre de 1974, en el poblado La Pascua, a unos cuatro kilómetros de Posquelite, en el municipio de Atoyac, Figueroa Figueroa fue liberado de su secuestro.

Esa tarde, según habitantes, ocurrió un enfrentamiento entre dos guerrilleros que al parecer provenían de La Pasuca, y efectivos del Ejército. Los rebeldes, después de enfrentarse durante toda la tarde, cayeron abatidos en el paraje Cerro de las Clavellinas, ubicado junto al poblado.

Al día siguiente, habitantes pidieron a los militares autorización para sepultar los cuerpos, por temor a una epidemia. Los militares aceptaron con la condición de que se hiciera ahí mismo y en una fosa sin señal alguna.

Después de 40 años, cuando la historia de esos cuerpos ya se consideraba una leyenda, el sábado a la 1:16 de la tarde fue localizado un hueso metacarpiano, del dorso de la mano, y a las cuatro en punto, un cráneo, como primeros indicios. El domingo en la mañana fueron ubicados el coxis y el fémur y las monedas, mientras la excavación continuaba en busca del segundo guerrillero.

Sobre la identidad de los guerrilleros abatidos nada se sabe, coincidieron el cronista de la ciudad de Atoyac, Víctor Cardona Galindo, y Fuentes García; este último comentó que los trabajos se realizaban con mucho cuidado, pues los huesos podrían sufrir deterioro.