Opinión
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México SA

Mal tiempo, buena cara

A la vista, menor avance

Fisco y bajo desempeño

A

l mal tiempo, buena cara, aunque sea forzada, y eso es precisamente lo que hace el ministro del año tras divulgarse la advertencia del Banco de México de que todo hace pensar que en 2014 el crecimiento económico (de México) será menor al esperado hace apenas un par de semanas, es decir, por abajo de 2.7 por ciento que el propio Luis Videgaray estimó el pasado 23 de mayo, tras hacer público su primer tijeretazo del año en la materia.

Raudo como saeta, el secretario de Hacienda interrumpió su gira de trabajo en Portugal (en la que se hace acompañar por Enrique Peña Nieto) para dar puntual respuesta a la decisión del Banco de México de recortar medio punto porcentual la tasa de interés de referencia, acción que el susodicho calificó de acertada, oportuna y consistente, con todo y que la institución que encabeza el doctor catarrito le lanzó tremenda pedrada.

De acuerdo con la junta de gobierno del Banco de México su decisión se basó en lo siguiente: el bajo ritmo de crecimiento que la actividad económica en México registró en el último trimestre de 2013 persistió durante los primeros tres meses de 2014, con lo cual se observó un dinamismo menor al que se previó en el más reciente informe trimestral (del propio banco central). En particular, el débil desempeño de los componentes del gasto interno, como el consumo y la inversión privada, no ha sido compensado por la mejoría que las exportaciones comenzaron a mostrar a finales del primer trimestre y principios del segundo. De particular preocupación fue la cifra del Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) de marzo que, corregida por factores estacionales, presentó una variación mensual negativa.

Dado lo anterior, el Banco de México sacó la resortera, acomodó la piedra, estiró el hule, apuntó y ¡zas!: a pesar de que se pronostica que a partir de abril la actividad productiva muestre una recuperación, todo lo anterior hace pensar que para 2014 el crecimiento económico será menor al esperado hace apenas un par de semanas, es decir, menor de 2.7 por ciento estimado por la Secretaría de Hacienda luego de que el pasado 23 de mayo recortó su pronóstico original de 3.9 por ciento. De allí viene la sonrisa del ministro.

En otro orden, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, indicó que si bien la pretensión del gobierno federal fue impulsar el crecimiento económico a través del gasto público por medio de una mayor captación de recursos tanto de la población como de las empresas, en realidad dichas medidas desalentaron tanto el consumo como la inversión trayendo como resultado los bajos niveles de crecimiento económico observados durante el primer trimestre del año.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público tuvo que reducir sus estimados de crecimiento para 2014, y el bajo desempeño económico ha impactado en forma negativa la confianza del consumidor que en mayo mostró una reducción de 4.7 por ciento respecto del mismo mes de 2013, situación que implica un menor dinamismo del mercado interno mexicano lo cual, aunado a la situación de precariedad en la que se encuentra inmerso, reduce su contribución al crecimiento económico nacional.

Una situación similar, apunta el CIEN, se observa en las empresas ya que la confianza de los empresarios manifestó un comportamiento a la baja, donde el índice del sector comercial se redujo 5.6 puntos en términos anuales, el del sector de las manufacturas retrocedió 4.6 puntos y el del sector de la construcción perdió 2.2 puntos. De esta manera, para recuperar parte de la confianza empresarial, el gobierno de la república dio a conocer recientemente seis acciones para acelerar el crecimiento económico del país. No obstante, ninguna de ellas prevé el fomento o el otorgamiento de estímulos a la inversión del sector privado con lo que no sólo se podría generar un mayor número de empleos, también las empresas podrían invertir en la capacitación de su personal para aumentar la productividad laboral y de esta forma hacer al país más competitivos a nivel internacional. Al no considerar un mayor involucramiento del sector privado en dicho plan, será difícil que éste pueda entregar los beneficios esperados a la economía nacional.

Por el lado de las reformas estructurales, su efecto en la economía sería a mediano y largo plazos, por lo que es imperativo devolver la confianza a los consumidores y productores para obtener mejores resultados en el corto plazo. Un mayor consumo demandará una mayor producción, lo cual se traducirá en más inversiones que generarán más empleos y mayor competitividad, es decir, que cada uno de los actores de la economía juegue un papel importante en el escenario nacional de tal forma que no todo quede concentrado solamente en el sector público y el sector externo.

El CIEN detalla que la confianza del consumidor retrocedió 4.7 por ciento en mayo en comparación con igual mes de 2013, como resultado de que los hogares perciben que tanto la situación económica actual del país como la esperada dentro de 12 meses, así como la situación económica para los miembros del hogar, es menos favorable que 12 meses atrás. “La falta de confianza de los consumidores sobre la situación económica de nuestro país ha provocado que el mercado interno muestre un bajo dinamismo y con ello una menor contribución a los niveles de crecimiento. Además, para que la economía de un país funcione adecuadamente es necesaria la participación óptima de sus integrantes tales como los consumidores, el gobierno, el sector privado y el sector externo, y si bien las empresas exportadoras han exhibido avances en los últimos años, parte de estos beneficios fueron a costa de inhibir el desarrollo de varios productores nacionales.

Las rebanadas del pastel

Lentos, pero seguros, los legisladores por fin registraron que la socialmente responsable (EPN dixit) iniciativa de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos del inquilino de Los Pinos (que forma parte de las leyes secundarias de la reforma energética) pretende eximir del pago de utilidades (a los trabajadores) a las empresas que obtengan contratos de exploración y extracción de hidrocarburos, lo que violaría el artículo 123 de la Constitución (favor de consultar el México SA del 5 de mayo de 2014). Mejor tarde que nunca.

Twitter: @cafevega