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Felipe, dispuesto a servir a un país diverso

Ovaciones al rey y al príncipe en foros de España
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El príncipe Felipe y su esposa, Letizia, conversan poco antes de la ceremonia de entrega de los premios Príncipe de Viana, en la localidad navarra de Leyre, donde el futuro rey de España pronunció ayer un discurso en el que se refirió a la severa crisis que atraviesa el país y a la desconfianza de la sociedad hacia los políticos en generalFoto Ap
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Luego de una reunión con empresarios españoles, a quienes dijo que con su innovación y solidaridad se resolverá el desempleo que afecta al país, el rey Juan Carlos se dirigió a la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid, donde fue aclamadoFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 5 de junio de 2014, p. 18

Madrid, 4 de junio.

Con gritos de ¡viva el rey! y ¡vivan los príncipes!, Juan Carlos de Borbón y su hijo Felipe, heredero al trono, fueron recibidos hoy en distintos foros al continuar con la agenda marcada para el proceso que culminará con la ceremonia de coronación el próximo día 18.

Después de que el monarca anunció su abdicación el pasado lunes, todos los movimientos del gobierno del presidente conservador, Mariano Rajoy, de la oposición socialista y de la casa real están destinados a aprobar por la vía más rápida posible la coronación del futuro rey, Felipe VI, prevista para el 18 de junio.

Un día después de que el rey y su hijo aparecieron juntos en un acto militar, ni el monarca ni el príncipe mencionaron en sus respectivos discursos el clamor popular que exige un referendo democrático que permita a la sociedad elegir entre monarquía o república.

Tampoco aludieron a la exigencia de diversos sectores de que se abra un proceso constituyente para una nueva etapa en el sistema político español, que vive su peor crisis desde la transición a la democracia y la aprobación de la Constitución de 1978, en gran parte por la corrupción generalizada en sus instituciones y el descrédito de la clase política.

Al margen de estas exigencias, Juan Carlos y el príncipe Felipe continuaron con el mapa de ruta trazado en reuniones secretas en las que se acordó, en enero pasado, que se haría el relevo con la mayor celeridad posible.

En el palacio del Pardo, Juan Carlos se reunió este miércoles con algunos de los empresarios más importantes del país, quienes lo recibieron con una ovación de pie. El monarca agradeció el gesto y se comprometió a seguir trabajando por el país.

Elogió a los empresarios por generar trabajo y riqueza, que no siempre es reconocida por los ciudadanos, y se refirió al desempleo masivo en el país. Es, sin duda, una de las grandes preocupaciones de los españoles y uno de los principales retos desde hace años. Parte muy importante de nuestra juventud sufre las consecuencias del desempleo que condiciona su presente y lastra injustamente sus expectativas de futuro.

El desempleo juvenil en España afecta a 60 por ciento de la población, y es el más alto en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El rey sostuvo que el problema del desempleo se resolverá con la innovación y solidaridad de los empresarios.

Por la tarde, el rey apareció en el palco real de la plaza de toros de Las Ventas ante unas 24 mil personas.

Mientras sonaba el himno nacional, los aficionados se pusieron de pie y, al terminar, rompieron en una gran ovación al monarca, de las que hacía tiempo que no se veían.

Juan Carlos de Borbón, de 76 años, y gran aficionado a los toros, se emocionó.

Es bonito y merecido por todo lo que ha hecho por la fiesta, manifestó El Juli, quien toreó hoy allí.

A unos 500 kilómetros de distancia, en la localidad navarra de Leyre, el príncipe Felipe pronunció un cuidado discurso, el primero desde que se anunció la abdicación de su padre, en el que se comprometió a servir a una España unida y diversa, al asistir a un monasterio de capuchinos acompañado de su esposa, la futura reina Letizia.

El príncipe y su esposa presidieron la ceremonia de entrega de los premios Príncipe de Viana, uno de los títulos que tiene Felipe y que pasará a su primogénita, la infanta Leonor, cuando él sea rey.

Respetando el procedimiento parlamentario iniciado, permitan que les reitere mi empeño y convición de dedicar todas mis fuerzas, con esperanza y con ilusión, a la apasionante tarea de seguir sirviendo a los españoles, a nuestra querida España; una nación, una comunidad social y política unida y diversa que hunde sus raíces en una historia milenaria, dijo el príncipe.

También hizo referencia a la severa crisis que atraviesa el país: desempleo, aumento de la pobreza, desnutrición infantil y desigualdad social. Reconoció la desconfianza de la sociedad hacia los políticos, en general, y particularmente hacia el sistema.

En periodos de dificultades como los que atravesamos, la experiencia de tiempos pasados plasmada en la historia nos enseña que sólo uniendo nuestros afanes, anteponiendo el bien común a los intereses particulares, e impulsando la iniciativa, la investigación y la creatividad de cada persona, lograremos avanzar hacia escenarios mejores, afirmó Felipe de Borbón.

Por su parte, el presidente español conservador, Mariano Rajoy, confirmó que la coronación se hará según lo establecido y elogió a su principal adversario político, el líder de la oposición del Partido Socialista Obrero Españo (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, por su lealtad en estos momentos al gobierno y a la corona, pues el principal partido de oposición en España votó sin problema la ley de abdicación aprobada el martes por el Consejo de Ministros.

Rajoy, en cambio, arremetió contra los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió, que gobiernan en Cataluña, quienes anunciaron que se abstendrán en la votación de la ley de abdicación al considerar que fueron excluidos de la redacción y de las negociaciones.

A esto, Rajoy respondió: nadie ha sido ignorado ni preterido y todo el mundo puede tomar las decisiones que estime oportuno y conveniente con base en su historia, su libertad, su trayectoria y sus propios intereses. Lo único que me gustaría es que en una cosa como esta no hagamos política pequeña.

Al preguntarle sobre la petición de referendo de parte de los grupos parlamentarios y de la sociedad, Rajoy respondió: decir una cosa que no significa nada tiene poco sentido, y no añadió nada más.

El proceso de coronación por la vía rápida de Felipe VI también contó con el respaldo cerrado del fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, quien aseguró que un referendo para optar por la república y renunciar a la monarquía sería inconstitucional y advirtió: lo que no está en la Constitución no existe en la vida política y social de España.