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Tampoco tiene documentación de la procedencia de los animales: monos verdes y ratas

El bioterio del instituto de Neurología no cumple con la norma sanitaria

El pasado abril la Senasica realizó por primera vez una visita de inspección al lugar

Los ejemplares se entregan con retraso, bajo peso y enfermos, lo que impide que los resultados de los proyectos sean confiables, exitosos y reproducibles, señala una de las quejas

 
Periódico La Jornada
Jueves 5 de junio de 2014, p. 2

El área de resguardo de animales con fines de investigación (bioterio) que durante 15 años ha funcionado en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) Manuel Velasco Suárez, no cumple con la normatividad sanitaria ni ambiental. Carece de la autorización del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para el cuidado de las especies (monos verdes y ratas), sobre las cuales tampoco hay certeza de su procedencia y que estén libres de enfermedades.

Así lo constató y documentó personal de Senasica, que el pasado abril por primera vez realizó una visita de inspección al lugar, a pesar de que desde el inicio de operaciones el INNN debió obtener el permiso respectivo.

La denuncia de las irregularidades y la negativa a recibir ejemplares sin documentos que respalden su salud física y que su procedencia es legal, motivó en 2011 la destitución de Yessica Heras como jefa del Bioterio y hace unos meses la rescisión de su contrato como investigadora en el INNN.

Heras no ha sido la única en señalar las irregularidades. Algunos investigadores del instituto también lo han denunciado de manera interna. En una de las quejas presentadas en 2013 a la directora de Investigación, Lucinda Aguirre, le informaron que el personal del bioterio entregaba los ejemplares con retraso, pero también con bajo peso y enfermos, lo que impide que los resultados de los proyectos sean confiables exitosos y reproducibles.

El oficio señala, incluso, que en el laboratorio se han registrado decesos espontáneos de los animales, así como que los certificados de salud de algunos de ellos correspondían a otros individuos.

La denuncia también llegó a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), en la que el pasado 18 de marzo el pleno aprobó el punto de acuerdo propuesto por el diputado Rodolfo Ondarza, presidente de la Comisión de Salud, para solicitar la intervención de las secretarías de Agricultura, Medio Ambiente y la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud, a fin de corregir las irregularidades del bioterio del INNN.

Como respuesta, ese órgano legislativo recibió diversos documentos en alrededor de 300 hojas; entre ellos, el acta SAC 07/14 levantada por los inspectores de Senasica, luego de la visita al espacio que ocupa el bioterio en el instituto.

El texto da cuenta de todos los aspectos que incumple de la Norma Oficial Mexicana (NOM) 062 Especificaciones técnicas para la producción, cuidado y uso de animales de laboratorio. Señala que no existe evidencia de que se haya dado aviso del inicio de funcionamiento al Senasica y respecto al funcionamiento indica que no se garantiza el control de temperatura en toda el área, ni de la disposición de los desechos de los animales.

Perfil y capacitación del personal

Tampoco hay evidencia del perfil y capacitación del personal técnico del bioterio, ni de programas sanitarios para la prevención de enfermedades. La NOM señala que el agua para los ejemplares debe ser potable y a libre acceso, lo cual no ocurre en el INNN. Las jaulas de las ratas y ratones están dañadas y en mal estado, además de que son inadecuadas e insuficientes.

El área física del bioterio está deteriorada (pisos, paredes y techos con grietas, hoyos, descarapelados y varias puertas carecen de chapas), tampoco cuenta con las medidas de seguridad para evitar la propagación de enfermedades. Los inspectores de Senasica encontraron que en el área de cirugía había materiales ajenos, estaba sucia y desordenada. La información enviada a la ALDF se queda ahí, sin ningún dato de lo que debe realizarse para corregir las anomalías.