Cannes, 19 de mayo.

Las autoridades de Irán protestaron por un beso que la actriz iraní Leila Hatami, miembro en esta edición del jurado del Festival Internacional de Cine de Cannes, dio en la mejilla a Gilles Jacob, presidente del certamen.

En declaraciones reproducidas por medios locales, Hossein Noushabadi, viceministro iraní de Cultura, lamentó el saludo de beso que la actriz dio a Jacob en una ceremonia del certamen más prestigioso del mundo.

Los que participan en actos internacionales deberían tomar en cuenta la credibilidad y la castidad de los iraníes para no dar una mala imagen de las mujeres de Irán, comentó Noushabadi, sobre el gesto de la actriz, que en sus apariciones en Cannes ha portado velo.

El funcionario agregó en sus comentarios a una televisora iraní que sea artista o no, la mujer iraní es el símbolo de la castidad y de la inocencia, así que una actitud inapropiada no va con nuestros principios religiosos.

En tanto Gilles Jacob, que dejará su cargo este año, afirmó en su cuenta de Twitter: “Esta polémica basada en una costumbre de Occidente no tiene sentido.

Soy yo quien le dio el beso a la señorita Hatami. En ese momento ella representaba para mí todo el cine iraní, enseguida volvió a ser ella misma, agregó Jacob.

Parte del jurado

La actriz es parte del jurado, integrado por nueve personalidades del mundo del cine, entre ellos el actor mexicano Gael García Bernal, encargadas de conceder la Palma de Oro y los principales premios del certamen. Está presidido por una mujer, la neozelandesa Jane Campion.

La actriz iraní es conocida mundialmente por su papel en la película Una separación, del director Asghar Farhadi, que ganó entre otros premios el Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 2012.

La ley islámica prohíbe el contacto físico de una mujer con un hombre que no sea un familiar, recordaron medios locales.

Por otro lado, la cinta Welcome to New York, de Abel Ferrara, parecía una apuesta segura para el festival: es protagonizada por uno de los actores más respetados de Francia y está ligeramente basada en uno de los más grandes escándalos recientes del país.

El filme, con Gerard Depardieu, inspirado en la saga de Dominique Strauss-Kahn, no está en competencia, pero su director dice que eso no importa, pues el público de Cannes pudo verla de todos modos.

Tienen otras 35 películas que prefieren exhibir. Exhíbanlas. Ellos son los dueños del festival, nosotros tenemos la calle. Tú sabes, alquilas un teatro, la pones, ves dónde está la gente... No es tan importante, dijo Ferrara en una entrevista el lunes. Estamos aquí con todos los demás.

Adicto al sexo

La película se estrenó en la ciudad de la Riviera francesa el sábado por la noche. Sigue a un adicto al sexo que maneja miles de millones de dólares al día y abusa sexualmente de una mucama de hotel tras una orgía.

Strauss-Kahn, el ex director del Fondo Monetario Internacional, fue acusado en 2011 de abusar sexualmente de una empleada de hotel en Nueva York. Los cargos fueron retirados y Strauss-Kahn llegó a un acuerdo con la mujer fuera de la corte.

En un caso separado en Francia, Strauss-Kahn está acusado de proxenetismo con agravantes.

Aunque el filme incluye un descargo de responsabilidad, un abogado de Strauss-Kahn amenazó con demandar. Ferrara no está preocupado.

Soy un artista y (en la película) hablamos de poder y de avaricia, de actos corrompibles, dijo. ¿Qué? ¿Acaso él es el primer tipo que hizo algo así? El cree que todo es sobre él. Dejémosle que piense así.