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El Pachuca clasificó a semifinales con marcador global de 3-5 y enfrentará a Santos

Tuzos dejó en el camino a Pumas con triplete de Enner Valencia

Cometimos muchos errores y hasta aquí nos alcanzó: José Luis Trejo

Los aficionados auriazules pidieron la salida del técnico

Alejandro Palacios detuvo un penal a Walter Ayoví

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Bajo la lluvia, jugadores del Pachuca celebran uno de sus goles conseguidos ayer en el estadio Olímpico UniversitarioFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Lunes 5 de mayo de 2014, p. 2

A Pumas lo mató el líder de goleo Enner Valencia, quien con un triplete disipó los sueños auriazules de clasificar a semifinales y dio el pase al Pachuca con marcador de 2-4 (3-5 global) en Ciudad Universitaria. Así, Tuzos enfrentará a Santos Laguna en la siguiente fase.

El primer golpe lo dio el equipo dirigido por Enrique Meza a los 12 minutos con una jugada que ya había advertido con las llegadas bien estructuradas de Rodolfo Pizarro y centros que hacían sudar a la defensa. En una salida que parecía ensayada durante la semana, el ecuatoriano Valencia recibió un centro y a la carrera dejó atrás a Marco Antonio Palacios para cruzar un disparo que el portero Alejandro Palacios no pudo alcanzar.

Pumas quiso responder, pero carecía de coordinación y a veces los embates se quedaban en simples intentos voluntariosos, aunque sin gracia ni fortuna, como trató Dante López en una escapada mandó un pase retrasado con tan mala fortuna que Daniel Ludueña cayó dentro del área, descontrolado y furioso por el error.

Esa desesperación los obligó a actos de urgencia. Efraín Velarde decidió reventar un tiro telescópico que llegó al ángulo del arco defendido por Óscar Conejo Pérez para empatar 1-1 el partido y mantener la ventaja del gol de visitante.

Sin embargo, esa comodidad duró poco, porque Valencia se convirtió en un demonio para la zaga felina que en varias ocasiones fue superada por la velocidad y habilidad del ecuatoriano.

A los 25 minutos, otra vez en una salida impecable, Pizarro centró para un bólido apellidado Valencia, quien sólo tuvo que empujar la pelota para recobrar la ventaja. Pero ahora Pumas había perdido el beneficio del gol de visitante y estaba obligado a ganar si quería clasificar.

Con más esfuerzo que orden, los auriazules se metieron a pelotear a cualquier precio en el área tuza y con esa insistencia, en una serie de rechazos, Josecarlos Van Rankin metió un zurdazo que devolvió la esperanza a su equipo con el 2-2.

Si Pachuca había conseguido sus anotaciones gracias a la inspiración y tino de la dupla Pizarro-Valencia, Pumas, en cambio, estaba más por un espíritu combativo que por estrategia y pie fino de sus jugadores. Tuzos fue superior en casi todo momento.

El descanso era la oportunidad para que los auriazules replantearan su apuesta, que les recordaran que ya no tenían ventaja de ningún tipo y que los estaban superando en casi todos los recursos.

Apenas estaban rodando la pelota en el inicio de la segunda parte y la lluvia se convirtió en un escenario triste para Pumas. Un cobro de media distancia desencajó las mandíbulas de los jugadores locales y de su afición. El verdugo: otra vez el ariete Valencia.

Parecía que Pumas podía mantener viva la ilusión de regresar a la disputa por la semifinal porque hasta ese momento el juego había consistido en una suerte de persecución cardiaca: el visitante anotaba y como por orgullo el local lo alcanzaba.

Sin embargo, un córner apagó la emoción y el remate de Hugo Rodríguez, solo en el centro del área, dejó pálidos a los universitarios. El 2-4 ya era un marcador para jornadas épicas, pero Pumas no parecía tener ya en ese momento ningún espíritu temerario.

Cerca del final y con el equipo descompuesto, los auriazules cometieron una falta en el área sobre Dieter Villalpando y Marco Antonio Rodríguez señaló el penal. Walter Ayoví lo cobró, pero Pikolín Palacios tapó el disparo, que su afición celebró como una victoria.

Pese a la eliminación, la afición de Pumas demostró que, aunque no perdona, es fiel. Celebró a un equipo que llegó a esta instancia más por corazón y entusiasmo, pero con eso no le alcanzó para avanzar a semifinales. Cantó en agradecimiento al equipo, pero maldijo con furia a Dante López y pidió la salida del técnico José Luis Trejo.

Nos sorprendieron

Trejo admitió que perder así duele mucho más, pero precisamente la manera en que se despidió Pumas le pareció un reconocimiento al espíritu universitario.

El equipo alcanzó hasta aquí. Cometimos muchos errores que nos costaron la eliminación. Fuimos sorprendidos en un par de descuidos y eso nos cambió el panorama, resumió.

Lo que Trejo representó era la resignación: llegó con un equipo diezmado por dos bajas y uno de ellos –precisó– era el que hacía los goles (Marín Bravo). Así, admitió, no hay mucho potencial.

El técnico auriazul indicó que no sabe si continuará en el puesto, ya que termina su contrato.

Meza, fiel a su costumbre, trató con mesura y cortesía su victoria, alabó a su equipo y la integridad del rival. Fuimos contundentes porque hicimos jugadas de calidad que al final se reflejaron en goles. No sé si este es el mejor Pachuca del torneo, de lo que sí estoy seguro es que el equipo ha mejorado, destacó.

Por su parte, Valencia informó que es la primera vez en su carrera que marca tres goles y me voy con la satisfacción y el gusto de que mi equipo está en la semifinal.