Las calles del Centro Histórico, Chapultepec y Coyoacán se vieron abarrotadas por miles de paseantes, quienes aprovecharon las vacaciones de Semana Santa para hacer la “visita de las siete casas –iglesias–”, comer, ir de compras o caminar, mientras cientos de capitalinos esperaban desde temprana hora salir hacia Acapulco o los balnearios de Morelos e Hidalgo.

La falta de dinero llevó a decenas de capitalinos a visitar los parques y jardines de la ciudad, o algunos balnearios, donde hicieron su día de campo con tortas, emparedados o tostadas de atún, acompañados de papas fritas y refresco; mientas se alistaban para hacer el recorrido por las iglesias y acudir mañana a alguno de los viacrucis de Iztapalapa, Azcapotzalco, Gustavo A Madero o Tlalpan.

En esta última demarcación el jueves se lleva a cabo el toque de campanas en espera de mejores frutos el próximo año; los padres jalan las orejas de los niños en señal de buena conducta y los huehuenchones recolectan dinero para elaborar los Judas y toritos para su tradicional quema en el último día de Semana Santa.

En Atzcapotzalco se prevé que la escenificación de la Pasión de Cristo congregue a alrededor de 3 mil personas, a las cuales se suman los visitantes a las actividades eucarísticas en las capillas de Santa Bárbara, San Andrés y Santa Catarina.

Cientos de capitalinos y visitantes tomaron las calles del Centro, donde las estatuas vivientes y los grupos de música, ubicados en las calles aledañas a Madero, atrajeron su atención, como la Aldea Digital, donde se observaron largas filas para entrar o las tiendas departamentales, que lucieron llenas, aunque la gente sólo viene a mirar, comentaron empleadas.