Ciencias
Ver día anteriorJueves 10 de abril de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Haruko Obokata rechazó ante la prensa las acusaciones de falsificación

Defiende científica japonesa la existencia de células stap

Insistió en que las equivocaciones de forma cometidas por falta de aprendizaje no afectaban la realidad del fenómeno que observó

Verifiqué en más de 200 oportunidades

Foto
Haruko Obokata hizo una reverencia para ofrecer disculpas durante la conferencia de prensa que ofreció en Osaka. Dijo que desea que sus investigaciones continúen para que otros puedan reproducir sus experiencias y se pruebe su hallazgoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de abril de 2014, p. 2

Tokio, 9 abril.

La joven científica japonesa Haruko Obokata defendió el miércoles llorando la existencia de las células stap, en su primera aparición ante las cámaras desde que fue acusada de irregularidades en su investigación sobre este descubrimiento potencialmente revolucionario.

“Quizás haya sobrepasado mis competencias firmar un artículo en la revista Nature”, reconoció la mujer que, con 30 años, dirige una unidad de investigación en el instituto público japonés Riken.

Sin embargo, aunque reconoció errores en la forma en que fueron presentados, Obokata rechazó las acusaciones de falsificación e imitación.

Obokata insistió en que las equivocaciones de forma cometidas por falta de aprendizaje no afectaban la realidad del fenómeno que observó y llamó células stap (stimulus-triggered acquisition of pluripotency, adquisición de la pluripotencia por estímulo).

Se trata de células que volvieron a un grado casi embrionario por un procedimiento químico nuevo y eran capaces de evolucionar luego para crear órganos diferentes.

“El fenómeno de las células stap es una realidad que verifiqué en más de 200 oportunidades”, aseguró Obokata.

“Hice esas investigaciones para que algún día las stap sean útiles para alguien. Realicé experimentos todos los días”, insistió, evidentemente muy emocionada y atemorizada, durante tres horas ante flashes incesantes.

Fue la primera vez que se expresó directamente ante los medios de comunicación desde que estalló la polémica.

Siento gran responsabilidad y pido perdón por haber ocasionado preocupaciones a Riken y a los coautores de la investigación, declaró al comenzar.

Quería hablar antes, pero Riken no me dio la oportunidad, se quejó. Aseguró que había acumulado muchas cosas que deseaba decir.

Obokata publicó un artículo en el que presentó un método inédito que llamó mucho la atención sobre la creación de células pluripotentes a partir de células maduras.

Sin embargo, poco después se señalaron rarezas y uno de los coautores cuestionó la publicación, afirmando que a su entender una parte de la información publicada era falsa.

Entonces Riken creó un comité investigador que, la semana pasada, concluyó que hubo irregularidades en la publicación de los resultados.

Esas conclusiones son tan severas que hacen dudar de la existencia misma de las células stap, aunque el comité no se pronunció directamente sobre eso.

Obokata se defendió el miércoles en todos los puntos en litigio presentados en las semanas recientes en la prensa y sobre los cuales los periodistas la interrogaron sin miramientos, al punto de que terminó llorando.

“Quiero que mis investigaciones continúen para que otros puedan reproducir mis experiencias y se pruebe que las stap son una realidad”, pidió. Luego, su abogado dio explicaciones sobre la apelación que presentó ante su empleador, que le amenaza con sanciones por falsificaciones.

En su recurso, la investigadora explica que si bien combinó imágenes surgidas de experiencias diferentes, lo hizo sin la intención de engañar.

“No hubiera habido duda sobre la realidad de las células stap si yo hubiera podido presentar los resultados en forma más apropiada”, reconoció.

Si la creación de las stap fuera posible con todo tipo de células, según el método descrito por la doctora Obokata, sería una esperanza excepcional para la medicina regenerativa, que consiste en recrear partes de órganos o de tejidos dañados por una enfermedad o un accidente.