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México, país de grandes normas, pero que no se aplican, dice

La Ley General de Víctimas, en vías de podrirse: Javier Sicilia

Estaremos vigilantes de que esto no pase, expresa el líder del MPJD

 
Periódico La Jornada
Domingo 30 de marzo de 2014, p. 15

Si las autoridades del país no dan una muestra clara de su compromiso para fortalecer y cumplir la Ley General de Víctimas, este mecanismo legal podría terminar podrido, igual que muchas otras instituciones que nacieron con un propósito noble y luego se desdibujaron a causa de los intereses de los partidos políticos y los gobernantes.

Así lo afirmó Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), quien con motivo del tercer aniversario de este colectivo señaló que el camino de reconciliación iniciado en 2011 sigue vigente, a pesar de las incomprensiones, las críticas y el golpeteo político.

Aunque saludó la importancia de haber conseguido la promulgación de la Ley General de Víctimas, el poeta advirtió que el riesgo de que esta norma pierda su efectividad y quede sólo como letra muerta es muy grande, porque aunque México es un país de grandes leyes, éstas no se aplican.

Un ejemplo de ello, enfatizó, es lo que los partidos políticos y el gobierno le han hecho a instituciones como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos o el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos: Todas empezaron muy bien y ahora están podridas, las corrompieron. Por eso estamos muy vigilantes de que eso no nos pase a nosotros.

Al hacer un balance del MPJD en sus tres años de existencia, Sicilia estimó que el movimiento ha seguido la lógica de los acontecimientos y de sus propias broncas y contradicciones, y subrayó que a pesar de todo uno de sus logros principales ha sido visibilizar no sólo a las víctimas, sino toda la emergencia humanitaria que vive el país.

De igual forma, el poeta y periodista defendió la vigencia de la ruta de justicia y paz que eligió seguir después del asesinato de su hijo Juan Francisco, el 28 de marzo de 2011, y dijo que a pesar de las incomprensiones, las críticas y el golpeteo político, el movimiento sigue buscando rescatar la memoria de las víctimas y defender la ley que debería protegerlas.

En ese sentido, añadió, la guía del MPJD seguirán siendo los seis puntos del pacto nacional que dio a conocer hace tres años, en el Zócalo de la ciudad de México, entre los cuales figura esclarecer los asesinatos y desapariciones y nombrar a las víctimas; poner fin a la estrategia de guerra, y combatir de raíz la impunidad, la corrupción y las ganancias del crimen organizado.

Con respecto al primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto, Sicilia lamentó que el presidente empezara del lado de las víctimas, incluso promulgando la ley general y asumiendo esta deuda del Estado, pero después repitiendo la misma estrategia de los demás gobiernos, en donde las víctimas son borradas.

Peña Nieto, recalcó, empezó su gobierno como un estadista y luego se volvió un viejo priísta, el líder de un partido que no sólo quiere volver a la presidencia imperial y a la verticalidad, de un PRI que no sólo quiere administrar el infierno, sino también adueñarse de él.

A pesar de ello, Sicilia consideró que si el mandatario oye el corazón de la nación, si está dispuesto a servir a la gente y no a los intereses de los partidos y de los capitales legales e ilegales, claro que puede cambiar. Tiene por delante casi cinco años, pero me pregunto si tiene la voluntad política para ello.