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Con el devedé de Asalto al cine cierra un ciclo de cuatro años

Busco reflejar nuestra idiosincrasia sin caer en un cine folclórico: Iria Gómez
 
Periódico La Jornada
Miércoles 12 de marzo de 2014, p. a11

Para la mayoría de los jóvenes mexicanos el presente es difícil, sin oportunidades, y el futuro se les presenta peor, expresó en conferencia de prensa Iria Gómez Concheiro, directora de la película Asalto al cine, de la que el pasado lunes presentó el devedé, con lo cual consideró que cierra el círculo de esta obra y en adelante se abocará a dos proyectos.

De manera general, se cuenta la historia de cuatro adolescentes: Negus, Chale, Sapo y Chato, quienes son amigos desde pequeños y viven en una unidad habitacional de la colonia Guerrero. Su adolescencia transcurre en la necesidad de ocupar su tiempo, pero no encuentran cómo. Así, empiezan a jugar con la idea de asaltar un cine y cada uno, en función de sus conflictos, encuentra motivaciones para llevarlo a cabo. La aventura los orilla a enfrentarse con sus vidas y pone en riesgo lo único que tienen: la amistad.

El devedé contiene biofilmografía del reparto, escenas suprimidas, making of, manifiesto, galería de fotos, tráiler y otros títulos.

La obra fue seleccionada para representar a México en Sundance y obtuvo numerosos premios. Los protagonistas son Gabino Rodríguez, Ángel Sosa, Juan Pablo de Santiago y Paulina Ávalos. Las actuaciones especiales son de Dolores Heredia, Juan Manuel Bernal, Gustavo Sánchez Parra y Jorge Zárate.

Gómez Concheiro es egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y Asalto al cine es su opera prima.

Para ella, esta cinta es una reflexión sobre los problemas de los jóvenes en colonias populares, la falta de oportunidades y de expectativas. Empezamos la cinta en noviembre de 2011 y la terminamos, para que se estrenara, en febrero de 2012, en el Festival de Sundance. Luego la trayectoria para que se estrenara fue larga, hasta febrero de 2013. Ahora, en marzo de 2014, ya está listo el devedé. Cada año pasó algo importante, pero fueron cuatro en total para que la obra llegara a la casa del espectador mexicano. Estuvo seleccionada para Sundance y fue la puerta para muchas cosas.

Iria precisó que esta película definió muchos aspectos sobre el cine que desea hacer, pero no puedo decir que eso es lo que realizaré de aquí a que me muera. Me interesa hacer un cine de personajes, en el que el espectador pueda sacar sus decisiones muy precisas, pero no a partir de un guión que te diga cómo son las cosas, sino a partir de la reflexión de cómo son los personajes. Esto es lo que me interesa hacer: un cine evidentemente realista, que hable de problemáticas sociales muy particulares, logrando agarrar el humor, la idiosincrasia del mexicano, sin caer en un cine folclórico, porque no me interesa hacer eso, ni el de panfleto. Se trata de tomar la idiosincrasia mexicana y transmitirla en la pantalla.

Jóvenes con trágico futuro

Sobre la realidad que enfrentan los jóvenes de México en general y de la capital en particular, dijo: “Antes no tenían espacios, pero ahora se han vuelto la carne de cañón. Son los que están al frente de la guerrita que se inventó Felipe Calderón y que ahora continúa Enrique Peña Nieto, porque son los jóvenes los que se están dando de cates al frente de la batalla. Además, son los que no tienen ningún futuro, y son los que tienen que cuidar a sus padres, quienes van a llegar a viejos sin ningún seguro social, sin ninguna prestación. ¿Y qué van a hacer esos jóvenes sin trabajo y sin seguridad social? No tienen espacio y aparte van a tener que cuidar a unos viejos. ¡No tienen nada! Ese es el país que se está construyendo. Todavía no nos damos cuenta, pero vamos para allá, y será trágico. Seguimos permitiendo que políticos ladrones estén en el gobierno.

“Los chavos antes le buscaban y vendían algo, pero ahora los corren de todos lados. Los viene-viene se van a quedar sin trabajo con los parquímetros. Yo prefiero pagarle a un viene-viene que a una empresa privada francesa. Los Faros (Fábrica de Artes y Oficios) existen y son una opción, pero no han crecido, y las universidades no tienen lugares para la mayoría. La matrícula cada vez es más chica o no abarca lo que debería. La situación es grave. Ahora sale el devedé, de una película que comenzamos en 2011, y las condiciones sociales están peor. ¿De verdad nos vamos a quedar con los brazos cruzados? ¿O vamos a tratar de que este país cambie para no dejar a los que vienen un México tan destruido?”