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Antes nos decían machorras, pero ya se dieron cuenta que no es así

Barbie Juárez gana más con su imagen que con los guantes

Le pagaron más en Playboy, que en sus defensas de título mundial

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Mariana Juárez y la estadunidense Melissa McMorrow posan durante la ceremonia de pesaje, para el combate que sostendrán hoy en Puebla por el título supermosca del CMBFoto Promociones del Pueblo
 
Periódico La Jornada
Sábado 22 de febrero de 2014, p. a14

Haber sido campeona mundial mosca con 14 defensas, lo que le valió ser considerada una de las mejores boxeadoras, no fue suficiente para asegurar el futuro económico de Mariana Juárez, un caso contrario al de varios hombres que se han valido de su destreza para forjar una fortuna.

Aun cuando su talento en el deporte de los puños la ha impulsado para convertirse en una de las pugilistas con mejor sueldo en México, la bolsa más grande que le pagaron por una pelea se quedó corta ante la cifra que le pagaron por posar para la revista de caballeros Playboy en 2012: un millón de pesos.

–¿Cómo llegó la propuesta de posar para Playboy?

–La primera vez que me hablaron vi que la propuesta era muy pobre. La segunda vez le aumentaron un poquito más pero seguía siendo poca. En la tercera era para el mes de agosto, venían las olimpiadas, hubo más dinero y dije ‘órale va’, pero las fotografías tenían que ser cuidadas, nada vulgar. Digo, no soy Chabelo, pero sí me siguen los niños.

Fueron fotos muy padres, se reflejó el boxeo con la feminidad, la parte sexy que los de la revista buscaban y se vendió muy bien.

La apodada Barbie ha demostrado entre cada golpe su maestría con los guantes y ha enfrentado a aguerridas adversarias para ofrecer un espectáculo que llene la pupila del público, pero el pugilismo femenil no remunera de la misma manera que el varonil.

“Veo que hay chicas que cobran 100 mil pesos por un título mundial y digo wow... Yo me gastó al menos 60 mil pesos en una preparación y si voy a cobrar eso mejor no peleo”, advierte, pues los gastos de entrenamiento, así como el pago de representante y exámenes médicos en general suelen correr por cuenta de los peleadores.

Luego de casi 15 años, desde que se aprobaron las peleas entre mujeres en la ciudad de México, y de hacer frente a la discriminación de género por parte de autoridades, público y promotores, Juárez ha destacado como una de las máximas exponentes del pugilismo femenil con récord de 38 victorias, siete derrotas y tres empates.

Poco interés de promotores

El principal obstáculo ha sido el poco interés que tenían los promotores para efectuar batallas entre mujeres, pues no lo consideraban un verdadero negocio.

Sin embargo, la pericia y elegante técnica de mujeres como Ana María Torres, Jackie Nava y Mariana Juárez tuvieron el impacto suficiente para atraer la atención de los empresarios y abrir las puertas al llamado pugilismo rosa.

A la gente sí le ha gustado el box femenil, porque ve que hacemos bien las cosas. Somos más valientes, no menospreciamos al rival, tampoco le tenemos miedo y eso le da la chispa, resalta la Barbie, quien ahora estelariza las veladas boxísticas.

Antes iba a un lugar y me preguntaba si lo llenaría. Ahora donde peleo lo veo siempre lleno y es gratificante. Te deja un buen sabor de boca por todo el trabajo que he hecho en todos estos años.

La peleadora de 34 años, madre de un hija, ya ha brillado en el pugilismo, pero está consciente de que esa fama no es eterna, por lo que ha tenido que aprender a explotar el éxito que ha conseguido con sus puños para intentar asegurar su estabilidad económica.

“A veces digo ‘se me va a acabar el boxeo y ¿qué voy a hacer?, ¿de dónde voy a mantener a mi chamaca?’. Soy una mujer independiente, siempre ando pensando que en lugar de que me ayuden tengo que ayudar a los demás. Siempre ando viendo de dónde voy a generar (ingresos) para sostener a mi hija. En un futuro ya no cobraré las mismas bolsas que ahorita”, reflexiona.

Procurar un patrimonio para ella y su pequeña es su motivación, pues aun cuando ha sido campeona e incluso sostenido contiendas en el extranjero, también ha tenido que limitar sus gastos.

El pugilismo es un estilo de vida en el que debes estar consciente de las cosas porque, una de dos: o sales con un casita, un carrito para mantenerte, o terminas sin nada, expresa.

Desde sus primeras peleas sorprendió a los espectadores por su técnica como boxeadora, pero también robó la atención por su sensual vestuario y arreglo personal. A más de uno impactó al ser la primera peleadora en llegar a un pesaje en bikini y lucir su figura.

Al paso del tiempo ha consolidado su imagen en el agrado del público. Sus trencitas con extensiones rubias y sus tatuajes de alas en la espalda han contribuido a ser identificada por los espectadores.

Comentarista, locutora, modelo e incluso actriz han sido las facetas distintas al boxeo en las que ha incursionado y además ha lanzado tres sexy calendarios, al considerar que puede explotar su imagen.

“Antes decían que las pugilistas parecían machorras y se dieron cuenta que yo no era así. Desde que comencé siempre he sido muy cuidadosa, hasta con los shorts con los que boxeaba. A las conferencias de prensa todas iban con pants, yo iba bien vestida y eso también fue generando que agradara a la gente”.

Sigue vigente

Tras haber caído en 2012 ante la estadunidense Ava Knight y en 2013 ante la japonesa Riyo Togo, quien la sorprendió al noquearla en el primer asalto, muchos auguraban el declive o incluso el retiro deportivo de Juárez, pero en una revancha con Togo demostró que aún podía derribar a sus adversarias, ofrecer un buen espectáculo que atrajera al público y que su carrera en el pugilismo seguía vigente.

En el boxeo, como en todo, hay cosas buenas y malas, me he sabido manejar, sé que realmente se puede escuchar triste y crudo pero somos mercancía y si los promotores ven que no produces, pues no habrá el mismo apoyo. Por eso siempre he trabajado en mi imagen, resalta sin titubeos.

No escatima en su arreglo

Aun cuando en el gimnasio deje por unos instantes el glamour, al portar unos pants de licra negra y golpear las peras y costales con ferocidad, en cada acto público la Barbie no escatima en los mínimos detalles de su arreglo personal.

El peinado con gran volumen y destellos rubios, el maquillaje para resaltar la profundidad de sus ojos, los pómulos, los labios, así como lucir un vestido que realce su silueta son los aspectos que cuida minuciosamente en cada presentación.

Entiendo que soy un producto y si no vendo no voy a ganar. Entonces me dedico a hacer en el gimnasio lo que sé hacer, todo ha sido parte de que genere ingresos, sentencia.

Tras haber peleado en el primer enfrentamiento entre mujeres en la ciudad de México (1999) ante Ana María Torres, tuvo que emigrar a Estados Unidos para forjar su carrera boxística, pues en tierras mexicanas había pocas peleadoras.

En su estadía en Los Ángeles, California, depuró su técnica y se abrió camino en el boxeo: Ahí me di a conocer. Incluso en 2005 fui nombrada en Estados Unidos la mejor boxeadora del mundo libra por libra.

Su habilidad la llevó hasta el continente asiático, donde peleó en dos ocasiones. La primera fue en Corea del Sur (2004), donde se coronó con el título internacional vacante supermosca de la IFBA (Federación Internacional de Boxeo Femenil, por sus siglas en inglés), al derrotar a la local In-Young Lee.

Un año después peleó en China contra la norcoreana Myung Ok Ryu, quien le arrebató el cetro mosca de la IFBA.

El retiro de Mariana aún no tiene fecha. Su reto es conseguir otro título mundial en este deporte que la llena totalmente. Su siguiente contienda será este sábado en Puebla, donde se medirá con la estadunidense Melissa McMorrow, campeona internacional supermosca del CMB, lo que representa una oportunidad más para que la Barbie cautive a los aficionados.