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Traducen al zapoteco Las fábulas del autor griego, ilustradas por Francisco Toledo

“Nosotros apaisanamos a Esopo”, dice Natalia Toledo

El proyecto auspiciado por el artista y promotor cultural es un libro que tendrá un tiraje de 2 mil 500 ejemplares para cada una de las cuatro variantes de ese idioma, adelanta la poeta y directora del taller El Camino de la Iguana

El pintor pide alfabetizar en lenguas indígenas

Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 22 de febrero de 2014, p. 2

Oaxaca, Oax., 21 de febrero.

“Nosotros apaisanamos a Esopo”, dijo Natalia Toledo, directora del taller El Camino de la Iguana.

La poeta formó parte del equipo de traductores que trasladó Las fábulas de Esopo a cuatro variaciones dialectales del zapoteco: de la Sierra, del Valle, de Loxicha y del Istmo.

El libro tendrá un tiraje de 2 mil 500 ejemplares por cada una de las versiones y es que, explicó Natalia Toledo, se trata de que las nuevas generaciones de niños y jóvenes se adentren en esos textos y los comprendan a plenitud. Para ello se han adecuado con situaciones que se viven en cada una de las regiones.

En las fábulas se habla de escenas de esclavitud, sin embargo, en tiempos de Esopo era muy distinta a la que existe hoy, por lo que en lugar de hablar de esclavos hablan de trabajadores, jornaleros, o en vez de mencionar los diamantes, estos fueron cambiados por huipiles, los cuales en la cultura zapoteca se consideran piezas muy valiosas, explicó la poeta galardonada con el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en 2004.

Presentación en el Iago

Durante la presentación del proyecto en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (Iago), fundado por Francisco Toledo, María Isabel Grañén Porrúa, presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, recordó que la iniciativa nació en un mercado de ocasión, cuando Juan Pascoe Pierce encontró un pequeño libro de las fábulas de Esopo en latín y español, publicado en 1849 en Oaxaca por Ignacio Rincón y que podría ser el primero impreso en México. Así empezó esta historia.

Indicó que la información contenida en el pequeño texto señala que éste fue hecho para los jóvenes que cursaban la cátedra de latinidad en el Colegio Seminario y agregó que las Fábulas fueron mostradas por Pascoe al pintor Francisco Toledo.

“Toledo –añadió Grañén–, en un arranque de creatividad y furia creativa, empezó a hacer una serie de grabados de Esopo, de todas las fábulas que se encontraban en el Iago y en las bibliotecas”.

Foto
Francisco Toledo observa Las fábulas de Esopo, en edición impresa en 1849 en Oaxaca, libro rescatado por Juan Pascoe Pierce, en una imagen ayer en la capital de ese estadoFoto Jorge A. Pérez Alfonso

Tras platicar con el artista, comentó que hizo un llamado a Michael Swanton, director de la Biblioteca Juan de Córdova y experto lingüista, con la intención de que se realizara la traducción al zapoteco, pero que el proyecto no acaba ahí, pues hay planes de llevarlo al mixe, ixcateco, mixteco y otras lenguas.

Asimismo, se hizo una lectura de las fábulas en las distintas variantes del zapoteco en la que participaron los traductores.

Esto está en la mentalidad indígena me decía (Francisco Toledo); yo recuerdo estas fábulas desde mi infancia, dijo Grañén Porrúa tras platicar con el pintor oriundo de Juchitán de Zaragoza y hablante de zapoteco, quien es uno de los principales promotores de ese proyecto, reconoció la también directora de la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa del Centro Cultural Santo Domingo.

Francisto Toledo indicó que en estas ediciones no sólo se dará un libro, sino también un disco con Las fábulas de Esopo grabadas en las cuatro variantes del zapoteco, pues es importante tener proyectos de alfabetización en lenguas originarias y así evitar su desaparición.

Es necesario, agregó Toledo, crear un programa bien cimentado en la normal bilinguë, pues consideró que aun cuando se aborda esta temática no existe un verdadero esquema que busque preservar estos idiomas originarios.

Se trata, señaló el artista, de un proyecto editorial financiado por el Iago, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, la Secretaría de Cultura local y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Esta idea, dijo, tiene su razón de ser: “Se hace porque en las escuelas bilingües falta material didáctico, en ninguna que yo sepa, nunca he visto material dicáctico en la lengua del lugar; llega en español, llegan imágenes de la cultura americana como de Walt Disney, pero nunca llega nada que tenga que ver con la propia cultura del lugar. Hay un vacío y es lo que intentamos llenar”.