Sociedad y Justicia
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De 2006 a 2013 se hizo un gasto público millonario que sólo generó corrupción, opinan

Enlace, uno de los fraudes que más ha lesionado el sistema educativo: expertos

No se ha querido aceptar que el problema es que se usó para ejercer el control de los docentes

 
Periódico La Jornada
Jueves 6 de febrero de 2014, p. 40

La Evaluación de Logro Educativo en Centros Escolares (Enlace) es uno de los fraudes que más ha lesionado el sistema educativo nacional, pues en función de sus resultados no sólo se entregaron estímulos a los docentes, se tomaron decisiones, sin ningún sustento pedagógico, para impulsar mayores puntajes, participar en programas como Escuelas de Calidad, e incluso se designaron estudiantes y profesores ejemplares, afirmaron especialistas del sector.

Con un costo promedio de 18 pesos por alumnos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), de 2006 a 2013 se invirtieron al menos mil 514 millones de pesos sólo para la elaboración de materiales, distribución, aplicación y calificación de la prueba, lo que representa un gasto público millonario, que sólo generó corrupción, aseguraron.

En entrevista por separado, Tatiana Coll Lebedeff y Lucía Rivera Ferreiro, investigadoras de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), coincidieron en que la prueba se convirtió en una herramienta de distorsión del sistema, pues no sólo generó prácticas nocivas como la simulación y la corrupción para alcanzar mejoras salariales o de inversión en las escuelas, el problema de fondo es que se desvirtuó el objetivo de la evaluación educativa.

Destacaron que no basta reconocer que se erró en haber vinculado los resultados de Enlace con estímulos a maestros y escuelas, debe entenderse que “no se ha respondido una pregunta clave: ¿por qué ocurrió esto? No se ha querido aceptar que el problema central es que se usó no para retroalimentar a docentes y escuelas, sino para garantizar un mayor control de los docentes.

Al respecto, Marisol Silva Laya, directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación de la Universidad Iberoamericana, aseguró que sustituir la prueba por un instrumento más confiable es una decisión acertada, pues Enlace tuvo fallas, no se controló la aplicación, lo que no permitió tener confianza absoluta en los datos obtenidos, es decir, al no contar con supervisión, nunca se pudo asegurar que la prueba se aplicara correctamente”.

Coll Lebedeff aseguró que el daño que se ocasionó a millones de alumnos durante casi una década de su aplicación, en la cual muchos maestros se dedicaron casi exclusivamente a preparar la prueba y a la práctica del llenado de bolitas. Desde su creación, dijo, se desvirtuó para qué se quería evaluar y cómo hacerlo.

Reconocer que Enlace fue un fraude para todo el sistema no resuelve la incógnita de cómo se resolverá este problema para la llamada segunda generación de pruebas que incluye no sólo el desempeño del alumno, sino el ingreso y promoción dentro del servicio docente, puntualizó.

Rivera Ferreiro destacó que sin tener claridad en las causas y la falta de un proyecto educativo que determine para qué y cómo vamos a usar la evaluación, mejorar técnicamente la prueba no va a resolver el problema.

Además, insistió, no se ha esclarecido cómo se hará para evitar que las prácticas de corrupción y simulación propiciadas por Enlace no se repitan, y que las pruebas que se realicen a partir de 2015 no incurran en una desviación pedagógica de sus metas. Sin responder a qué fines sirvió Enlace, aseguró, se van a reproducir la simulación y las prácticas de corrupción.

(Con información de Arturo Sánchez)