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El acercamiento con la isla, una prioridad para esta administración: Vanessa Rubio

Con la visita de Peña Nieto a Cuba se espera llevar al más alto nivel la relación bilateral
 
Periódico La Jornada
Lunes 20 de enero de 2014, p. 18

El relanzamiento de las relaciones entre México y Cuba, que formalizaron los cancilleres de ambos países en octubre pasado, tras la firma de varios acuerdos y el anuncio del viaje del presidente Enrique Peña a la isla el 28 y 29 de enero, para participar en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), puso fin a una serie de desencuentros que protagonizaron las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón, que llevaron a esta relación a su nivel más bajo en la historia.

Desde septiembre pasado, luego del encuentro de los presidentes Peña Nieto y Raúl Castro, en Chile –también en una cumbre de la Celac– y la visita que el canciller mexicano José Antonio Meade realizó a Cuba el mismo mes, ambos gobiernos acordaron dejar atrás las desavenencias y llevar esta nueva etapa al más alto nivel.

De acuerdo con la subsecretaria para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Vanessa Rubio, este acercamiento con la isla, y con la región en general, fue marcado como prioritario por la presente administración, lo que se evidenció con la firma de una serie de acuerdos durante la visita a México del canciller cubano, Bruno Rodríguez.

A partir de febrero de 2002 –en el sexenio foxista– tuvo lugar una serie de roces diplomáticos que deterioraron gravemente una centenaria relación, llevando a ambos países a retirar a sus representantes consulares. Las diferencias eran tales que la siguiente visita de un presidente mexicano ocurrió 10 años después –en las postrimerías de la presidencia de Felipe Calderón–, sin que se pudiera lograr un acercamiento.

El viaje de Vicente Fox a La Habana, en febrero de 2002, marcó el inicio del rompimiento, luego de que en un acto fuera de agenda el presidente mexicano y el entonces canciller Jorge Castañeda se reunieran con representantes de la Comisión Cubana en favor de los Derechos Humanos y de la Reconciliación Nacional, entre otros, lo que convirtió a Fox en el primer mandatario en tener reuniones con disidentes durante una visita oficial a la isla.

En esa misma visita, Fox declaró al diario Granma que no era papel de México interceder en el bloqueo que hace más de 50 años impuso Estados Unidos a Cuba.

En marzo del mismo año, Jorge Castañeda inauguró en Miami el Centro Cultural Mexicano, y anunció que las puertas de la embajada de México están abiertas para todos los cubanos, como lo están también las de México, lo que provocó que al menos 500 isleños solicitaran esa misma noche asilo en la sede diplomática.

Comes y te vas

Ese mismo mes, durante la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, que se realizaba en Monterrey, Nuevo León, Fidel Castro anunció: les ruego a todos me excusen que no pueda continuar acompañándolos, debido a una situación especial creada por mi participación en esta cumbre, y me vea obligado a regresar de inmediato a mi país, dijo.

Las razones de esta declaración se hicieron públicas en abril, luego de que el gobierno mexicano anunció que votaría en favor de una resolución en la Organización de Naciones Unidas que proponía una visita a Cuba para verificar el respeto a los derechos humanos en la isla.

Acto seguido, Castro hizo pública una conversación telefónica en la que se escucha a Fox diciendo: me acompañas a la comida y de ahí te regresas, a lo que Castro responde: ¿en qué más puedo servirlo?, y Fox agrega, pues básicamente en no agredir a Estados Unidos o al presidente Bush, confirmando con ello las presiones estadunidenses para obligar al mandatario cubano a abandonar la reunión.

Dos años más tarde, los roces continuaron, al ser detenido en Cuba el empresario Carlos Ahumada, quien era buscado con propósitos de extradición a México por el delito de fraude. El gobierno cubano lo repatrió de inmediato, bajo el argumento de que detrás de las acusaciones de fraude había una connotación política, relacionada con el deseo de Fox de desplazar de la contienda por la Presidencia de México a Andrés Manuel López Obrador.

Esto derivó en la expulsión del embajador de Cuba en México, Jorge Bolaños, y el retiro de la embajadora mexicana en La Habana, Roberta Lajous.

Si bien las relaciones iniciaron un proceso de recuperación en el sexenio calderonista, volvieron a enturbiarse cuando el presidente Raúl Castro decidió suspender en 2009 los vuelos desde y hacia México por el brote de influenza H1N1. Como Cuba canceló los vuelos, no voy a poder ir a la isla, dijo Calderón en respuesta, y fue hasta los últimos días de su mandato que viajó a La Habana, para una visita de 24 horas.