Durante noviembre de 2013 en México, Guatemala y Costa Rica se observaron los mayores niveles de inflación mensual de los alimentos, al superar uno por ciento de aumento, informó la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en el reporte mensual de precios.

Los precios de cebolla, papa y tomate fueron los de mayor incidencia –tanto positiva como negativa– en los índices de precios generales de los países de la región. En México, el jitomate, la cebolla y el chile serrano fueron los tres productos de mayor incidencia inflacionaria, ya que aumentaron 23.6, 25.2 y 58.8 por ciento, respectivamente.

En el ámbito internacional los precios de los alimentos se mantuvieron en 206 puntos entre octubre y noviembre, lo que significó una variación de apenas 0.2 por ciento, abundó el organismo. Sin embargo, los precios de los aceites y grasas tuvieron un fuerte repunte de 5.6 por ciento, mientras los del azúcar y cereales disminuyeron 5.4 y 1.2 por ciento, respectivamente.

Ante dicha alza de los precios de los alimentos, productores de maíz de Sinaloa y Sonora acordaron demandar a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) que defina el precio para el grano en función del costo que pagan los consumidores por la tortilla.

Ante la posibilidad de que los comercializadores paguen 2 mil 300 pesos por tonelada del cereal –muy similar al que tuvieron hace cinco años– se hace urgente que el gobierno deje de aplicar la fórmula del precio objetivo como hace una década, aseveró Raúl Pérez Bedolla, secretario de Organización de la Alianza Campesina del Noroeste (Alcano).

Los especuladores siguen imponiendo las reglas del juego, compran a precios bajos y venden caro; los campesinos ya estamos cansados de esas acciones que siguen sembrando pobreza. Queremos discutir la política pública para que el trato sea más justo y equitativo entre productores, comercializadores e industriales, sostuvo.

Agregó que los campesinos de ambas entidades y el Congreso Agrario Permanente se reunirán con los integrantes del sistema producto maíz y con el subsecretario de Agricultura de la Sagarpa, Jesús Aguilar Padilla, para evitar que la comercialización de las cosechas del cereal del ciclo otoño invierno 2013-2014 sean a precios que no dejarán ni 2 mil pesos de ganancias anuales a los campesinos.

Como ejemplo del deterioro del poder adquisitivo de los campesinos, la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos asentó que en 1980 con un salario mínimo se compraban 38 kilos de tortilla y en los primeros días de enero de este año, sólo alcanza para 5.4, mientras en frijol se pasó de 8.3 a 2.9 kilogramos en dicho periodo.