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Los restos de la bailarina y coreógrafa fueron depositados ayer en una sencilla ceremonia

Las cenizas de Guillermina Bravo yacen en la Catedral Metropolitana
Foto
Fue voluntad de la bailarina Guillermina Bravo que sus cenizas fueran depositadas en una cripta de La Capilla de las Reliquias, de la Catedral MetropolitanaFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de enero de 2014, p. 4

Las cenizas de la bailarina y fundadora del Ballet Nacional de México Guillermina Bravo fueron depositadas este sábado por la mañana en la Catedral Metropolitana, en una ceremonia privada a la que asistieron sus familiares y sus amigos, así como la bailarina y coreógrafa Rossana Filomarino, la actriz Rosenda Monteros y el director de Instrumenta Oaxaca, Ignacio Toscano.

Mientras La Jornada realizaba un recorrido por el recinto y su pinacoteca, se encontró con la pequeña comitiva que rendía el último homenaje a la decana de la danza contemporánea en México. Fue algo muy sencillo: a las 10:30 de la mañana se realizó un breve concierto con el órgano del Evangelio, conocido también como El Español, sus notas se escucharán en marzo junto con las del órgano de la Epístola, cuyo proceso de restauración ya se encuentra en la parte final. Ambos órganos serán los protagonistas de una serie de conciertos y conferencias magistrales que darán inicio el próximo 2 de marzo.

La pequeña comitiva que acompañaba las cenizas de Guillermina Bravo estuvo escuchando la música en el coro de la Catedral donde se encuentran los dos magnos instrumentos. Las notas del órgano del Evangelio sonaron como un homenaje a la bailarina fallecida en noviembre pasado, unos días antes de cumplir 93 años.

Después, sus cenizas fueron llevadas a las criptas de La Capilla de las Reliquias, donde Guillermina Bravo adquirió uno de los nichos desde 2002. Su deseo era estar ahí.

En esta pequeña ceremonia se colocó una placa, en la que se encuentra sólo su nombre y su fecha de nacimiento y muerte (1920-2013).

Guillermina Bravo nació en Chacaltianguis, Veracruz; sus maestras fueron Nellie y Gloria Campobello, y Waldeen von Falkenstein. En 1947 fue invitada a dirigir la Academia de la Danza Mexicana y fue directora y fundadora del Ballet Nacional de México (1949-1995). Como coreógrafa, desarrolló 57 obras, con temas sociales, algunas creadas a partir de mitos indígenas, o sobre el amor y la muerte.

Falleció el pasado 6 de noviembre en Querétaro, donde fundó el Colegio Nacional de Danza Contemporánea.