Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 29 de diciembre de 2013 Num: 982

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

La mirada de
Graciela Iturbide

Vilma Fuentes

Adiós a Maqroll
José María Espinasa

Amén: Breve nota
para Álvaro Mutis

Xabier F. Coronado

Elogio de Selma
Adolfo Castañón

Día de feria
Carlos Martín Briceño

A 400 años de Cervantes, el ejemplar
Enrique Héctor González

Póstuma
Adela Fernández

Leer

Columnas:
A Lápiz
Enrique López Aguilar
Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles
Cinexcusas
Luis Tovar


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Germaine Gómez Haro
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La divina proporción en el Museo de San Carlos

Acercarse al trabajo editorial de Franco Maria Ricci (Parma, Italia, 1937) es lanzarse a un viaje fantástico por la historia del arte de todos los tiempos. Adentrarse en las fotografías de Massimo Listri (Florencia, Italia, 1953) es una invitación a explorar majestuosos espacios arquitectónicos a los que, en muchos casos, es imposible tener el acceso físico. Referirse al trabajo conjunto de Ricci y Listri es penetrar el universo de la belleza, la elegancia y la armonía que nuestra cultura occidental hereda de la Antigüedad clásica. Por eso, nada resulta más apropiado que el título de la exposición que se presenta en el Museo de San Carlos, acompañada de un espléndido libro publicado por Ricci, quien es considerado el mejor editor del mundo: La divina proporción es un homenaje muy merecido a los dos creadores italianos cuya afortunada complicidad ha dado lugar a las ediciones de arte más hermosas y trascendentes que se han realizado en las últimas décadas. El título de este proyecto, concebido y curado por el también italiano Giorgio Antei, hace referencia al tratado De divina proportione, de Luca Pacioli, escrito en 1509 en Venecia, en el cual se impuso el modelo rector de los valores estéticos de la época a partir del rescate de los cánones clásicos, puestos al día por los artistas renacentistas que practicaban la filosofía, la perspectiva, la pintura, la escultura, la arquitectura y la matemática.

La propuesta curatorial de Antei tiene como punto de partida la analogía entre los postulados teóricos del tratado de Pacioli y las creaciones de Ricci y Listri que hacen del equilibrio, la elegancia y la perspectiva, los fundamentos esenciales de su poética visual. Giorgio Antei construye un marco filosófico, teórico y estético en torno al concepto de La Divina Proporción para ubicar las soberbias ediciones de Ricci y las fotografías de Listri, y consigue introducir al espectador en el universo creativo de estos dos artífices que alcanzan la virtud de la obra de arte total. El guión museográfico de la exposición se centra en tres núcleos temáticos: los museos, las bibliotecas y el gabinete. Las fotografías de Listri muestran diversos espacios interiores de gran majestuosidad, en los que la simetría y la perfección de las tomas remiten directamente a la proporción áurea de Pacioli. Atrapa la vista la capacidad de plasmar hasta el más mínimo detalle de los suntuosos motivos ornamentales de los diferentes espacios fotografiados, y esto se debe a la rigurosa meticulosidad del artista de la lente y a la perfección de su técnica lumínica, que nos permite introducirnos en la profundidad de estas obras arquitectónicas y casi palpar texturas y volúmenes.

En cuanto a la presencia de Ricci, se ha hecho un magnífico montaje que intenta revelar al espectador una atmósfera que evoca el estilo del diseñador y coleccionista, así como su arte de hacer libros. Se exhiben portadas de sus diferentes colecciones y de la revista FMR, acompañadas por obras de arte alusivas a los temas tratados en las publicaciones. Así, tenemos un busto de bronce del escultor decimonónico Messerschmidt, cuya famosa serie que representa sesenta y cuatro expresiones faciales exageradas fue tema para un volumen de Ricci; tres retratos de Hermenegildo Bustos que hacen alusión al libro monográfico del pintor guanajuatense que se publicó con ensayos excepcionales de Octavio Paz y Luis González y González; unos relieves en yeso de la colección del museo, un armario de la colección de Franz Mayer, y no podía faltar Bodoni, representado por láminas facsimilares de su Manuale editado por Ricci. El libro y la exposición rinden homenaje a los dos grandes artistas, coleccionistas y bibliófilos que han hecho de la edición, el diseño y la fotografía una obra de arte total. Al contemplar las fotografías y las soberbias ediciones se percibe que ambos creadores se mueven con destreza, elegancia y rigor en las antípodas del modelo clásico y el barroco, es decir, entre la sobriedad y la opulencia. Ambos están nimbados por ese toque de excentricidad que distingue a los grandes genios.