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El compositor, de los iniciadores en unir la world music al jazz tradicional, murió a los 93 años

Para el saxofonista Yusef Lateef, la gente debe buscar conocimiento en las distintas culturas

Creó su teoría de la música del yo físico, mental y espiritual, también del corazón

 
Periódico La Jornada
Jueves 26 de diciembre de 2013, p. 8

Shutesbury, Massachusetts, 25 de diciembre.

Falleció el laureado compositor Yusef Lateef, uno de los primeros en incorporar la world music al jazz tradicional. Tenía 93 años.

Lateef murió el lunes en su casa en Shutesbury, en el oeste de Massachusetts, según la Casa Funeraria Douglass en Amherst.

Lateef, un saxofonista tenor conocido por su técnica impresionante, también fue un destacado flautista. Fue solista de jazz en el oboe y tocó el bajón. Incorporó a su música distintos tipos de flauta y otros instrumentos de viento de variados países y se le acredita por haber tocado world music antes de que este género recibiera oficialmente ese nombre.

Creo que todos los humanos tienen conocimiento, dijo en una entrevista en 2009 para la National Endowment for the Arts (NEA). Cada cultura tiene alguna información. Por eso estudié con Saj Dev, un flautista indio. Por eso estudié la música de Stockhausen. La música de los pigmeos de la selva tropical es muy rica. Así que la información está ahí. También creo que uno debe buscarla desde que nace hasta que muere. Con esa curiosidad, uno descubre cosas que antes eran desconocidas.

Piezas para solistas, bandas y coros

Como compositor, Lateef creó piezas para solistas, bandas y coros. Sus trabajos más largos han sido tocados por orquestas sinfónicas en Estados Unidos y Alemania. En 1987 ganó un premio Grammy por su grabación de new age Yusef Lateef’s little symphony, en la que tocó todos los instrumentos.

En 2010 fue nombrado maestro de jazz de la NEA, el máximo honor para un jazzista en Estados Unidos.

Lateef tuvo seguidores alrededor del mundo. Visitó extensamente Estados Unidos y Japón, así como países de Europa y África. Su última gira fue durante el verano de este año.

Cursó estudios musicales de pregrado e hizo un posgrado en educación musical en la Escuela de Música de Manhattan, y entre 1987 y el 2002 fue profesor en la Universidad de Massachusetts en Amherst, donde recibió un doctorado en educación.

Foto
Yusef Lateef en el Festival Internacional de Detroit en 2007Foto Ap

Creó su propia teoría musical, llamada autophysiopsychic music, que describió en la entrevista con la NEA como música del yo físico, mental y espiritual, y también del corazón.

Relación con los grandes

Nacido William Emanuel Huddleston en Chattanooga, Tenesí, en 1920, Lateef se mudó cinco años después con su familia a Detroit, donde conoció a muchos músicos. A los 18 años ya estaba de gira a nivel profesional con bandas de swing dirigidas por Lucky Millinder, Roy Eldridge, Hot Lips Page y Ernie Fields.

En 1949 fue invitado a participar con la Orquesta de Dizzy Gillespie, que tocaba be-bop. Asumió el nombre de Yusef Lateef tras hacerse miembro de la Comunidad Musulmana Ahmadiyya, y realizó dos veces el peregrinaje a la Meca.

Fue un elemento omnipresente en la escena del jazz de Detroit durante en la década 1950, dirigiendo su propio quinteto. En 1960 se mudó a Nueva York y se unió a la banda de Charles Mingus.

Lateef llegó a tocar con algunos de los más grandes talentos del jazz, incluidos Cannonball Adderley, Donald Byrd y Miles Davis.

Comenzó a grabar con su propio nombre en 1956 para la Savoy Records, y realizó más de 100 grabaciones como un líder de los sellos Prestige, Impulse, Atlantic y el suyo propio, YAL Records, que formó en 1992. De sus primeras grabaciones se destacan canciones como Love theme from Spartacus y Morning.

En los años 80 enseñó en una universidad en Nigeria, donde hizo una investigación sobre la flauta Fulani.

Con su sello lanzó una extensa suite, The world at peace, que compuso junto con el percusionista Adam Rudolph. También escribió un trabajo de cuatro movimientos para quinteto y orquesta, The african american epic suite, comisionado e interpretado por la Orquesta WDR en Alemania en 1993.

Le sobreviven su esposa, Ayesha Lateef, su hijo Yusef Lateef, una nieta y varios bisnietos.