Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 22 de diciembre de 2013 Num: 981

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Editores y ediciones de la obra de María del Mar
Evangelina Villarreal

Guillermo Tovar de
Teresa, breve estudio
biobibliográfico

Rafael Barajas el Fisgón

Guillermo Tovar
de Teresa

Verónica Volkow

El aro de Urano:
Luis Cernuda

Enrique Héctor González

A 50 años de su muerte
Rodolfo Alonso

Luis Cernuda, la muerte
y el olvido

Ricardo Bada

Un retrato de
Miguel Nazar Haro

Marco Antonio Campos

Leer

Columnas:
Bitácora bifronte
Ricardo Venegas
Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Poesía
Antonio Soria
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
Galería
Juan Manuel Roca
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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La Jornada Semanal

 

Miguel Ángel Quemain
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El léxico teatral de Sarrazac

Léxico del drama moderno y contemporáneo (Paso de Gato, 2013), de Jean Pierre Sarrazac, es una de las publicaciones sobre teoría teatral más importantes del año que concluye. Su reflexión incluye poco más de un siglo de ideas sobre lo teatral y lo dramatúrgico, que vale la pena recuperar para discutir el presente a la luz de búsquedas novedosas en términos del lenguaje escénico.

El libro ofrece un material de referencia muy rico sobre la creación artística. Hay un conjunto de obras y autores relacionados con las propuestas de orden literario, es decir, poético, retórico, dramatúrgico, narrativo, y otras sobre el sentido de las puestas en escena, el papel del actor, la dirección y los conceptos sustanciales para la referida puesta en escena y la acción teatral. En otra vertiente, la aproximación es de orden filosófico y antropológico. Muchos filósofos cercanos al psicoanálisis y la literatura, otros al horizonte de lo político y sus lazos con perspectivas críticas, democratizadoras.

En el primer enunciado hay un apoyo sustancial en algunos de los teóricos que han sostenido el pensamiento de la segunda mitad del siglo xx en una profunda y continua reflexión sobre los procedimientos literarios contemporáneos y su relación con la tradición clásica, su ambivalencia en relación con la frontericidad, el descentramiento y la fusión genérica de los textos, enfrentados a la construcción de la puesta en escena, donde cobran otra sustancia.


Jean Pierre Sarrazac

El apoyo fundamental de esta empresa (des)clasificatoria descansa en más de treinta años de indagación e investigación, iniciada con un trabajo que pregunta y propone para los años por venir: L’avenir du drame. Écritures dramatiques contemporaines (Editions de L’Aire, Lausana 1981, reimpreso en 1999), que no parará de cuestionarse sobre el papel del dramaturgo y el texto de la puesta en escena, que alcanza una dimensión en donde la literatura se adelgaza a favor de representaciones acosadas por multiplicidad de lenguajes, los cuales se definen en el centro mismo de las acciones, prácticas que van de lo musical a lo actoral, todo ello enmarcado por un espacio donde ocurren los tránsitos de la palabra.

Desde 2004 apareció el cuidadoso Víctor Viviescas con la traducción de El impersonaje: una relectura de la crisis del personaje (Literatura: teoría, Historia, Crítica núm. 8, 2006), un texto de 2001 al que le seguirá Juegos de sueño y otros rodeos: alternativas a la fábula en la dramaturgia, de 2004, (Paso de Gato, México, 2011), el cual incluye ¿Por qué la ficción? (Lengua de Trapo, Madrid, 2002)

La filiación a la mitteleuropa es poderosa, sobre todo al mundo alemán, que parece definir gran parte de la reflexión teórica sobre el teatro contemporáneo desde los años sesenta, cuando Todorov compiló, tradujo y presentó Teoría de la literatura, textos de los formalistas rusos, en el que destaca el de Tomachevski, de 1927, titulado “Sur le vers”, donde propone una forma de teatralidad poética, hasta las “Notas sobre el teatro documental” (1968), de Peter Weiss, traducido por Baudrillard ese mismo año, cuya versión en español está publicada en Razón y Fábula (Revista de la Universidad de los Andes Núm,. 16, 1969).

El libro incluye lo mismo el gran paseo erudito que documenta la reflexión alemana que viene de Gotthol Ephraim Lessing con su Laocoon, hasta las reflexiones que vienen y van de lo aristotélico en ese extraordinario Curso de literatura dramática de Schlegel, o la reflexión de Schiller sobre el empleo del coro en la tragedia, que es uno de los ejes de sus obras dramáticas completas (editadas por Didier). No hay que omitir el lugar privilegiado que ocupan Nietzsche y Hegel.

En lo contemporáneo están las referencias a las aportaciones de Strindberg a la distinción entre la teatralidad y la dramaturgia en su Théatre cruel et théatre mystique, lo mismo que la impronta ineludible de Pirandello y Brecht, con nutridas bibliografías sobre sus reflexiones artísticas, así como la inclusión de Stanislavsky con sus "Notas artísticas" a La mobilisation infinie, de Peter Sloterijk, y La metáfora viva, de Paul Ricoeur. Deleuze, Bajtin, Derrida, Arendt, Barthes, hasta llegar a la lectura del posdrama.

Este es un libro que reconoce valiosas contribuciones, como la de Patrick Pavis (1990) cuyo Diccionario de teatro: dramaturgia, estética, semiología es una guía útil para describir el acontecimiento teatral con un vocabulario preciso. Me parece necesario este preámbulo para entrar en este mundo de conceptos y definiciones que propone Sarrazac en sus sesenta entradas.