El Vaticano, 12 de diciembre.

El papa Francisco criticó este jueves los megasalarios y las grandes primas que reciben algunos ejecutivos, afirmando en el primer mensaje de paz de su pontificado que esto es síntoma de una economía basada en la avaricia y la desigualdad.

En un mensaje difundido con ocasión del Día Mundial de la Paz de la Iglesia, que se celebra el primero de enero, Francisco también pidió que se comparta más la riqueza y que las naciones estrechen la brecha entre ricos y pobres.

La grave crisis económica y financiera de la época actual ha empujado al hombre a buscar la satisfacción, la felicidad y la seguridad en el consumo y las ganancias, incompatibles con los principios de una economía sana, dijo.

La sucesión de crisis económicas debería llevar a repensar nuestros modelos de desarrollo económico y a un cambio en los estilos de vida, planteó.

Francisco, que fue designado el miércoles Persona del Año por la revista Time, ha instado a su propia Iglesia a ser más justa y menos pomposa, y a acercarse a los pobres y a los que más sufren.

Su mensaje será remitido a los líderes nacionales, a las organizaciones internacionales, como Naciones Unidas, y a las organizaciones no gubernamentales (ONG).

Titulado Fraternidad, la base y el camino hacia la paz, el documento también ataca la injusticia, el tráfico de seres humanos, el crimen organizado y el comercio de armas como obstáculos para la paz. Desde que asumió, el estilo del Papa se ha caracterizado por la austeridad. Francisco prescindió del espacioso departamento papal situado en el Palacio Apostólico del Vaticano para vivir en una pequeña habitación de una casa de invitados y prefiere trasladarse en un Ford Focus que en el tradicional Mercedes Benz papal.

Defensor de los oprimidos, Francisco visitó en julio la isla de Lampedusa, ubicada al sur de Italia, para rendir homenaje a los cientos de inmigrantes que han muerto en el Mediterráneo, al tratar cruzar el mar desde el norte de África.