La dimensión de la reforma petrolera hace necesaria una mayor discusión, más amplia y profunda, porque la propuesta que se discute no deja claro cuál será el futuro de Petróleos Mexicanos (Pemex) y tampoco se habla, necesariamente, de la política económica que requiere el país sino de la propiedad de la empresa que debe ser el rector de la política energética, afirmó la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Alicia Bárcena Ibarra.

En una teleconferencia desde Santiago de Chile, donde presentó el Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, aseguró que nadie niega la necesidad de revisar la política energética mexicana y de tener muy claros los objetivos de esta reforma, que son garantizar una oferta suficiente y diversificada de fuentes seguras y sostenibles de abastecimiento energético.

Pero se requiere mayor clarificación, de cómo se puede lograr el fortalecimiento de Pemex y ese es el camino que la sociedad mexicana tiene que abordar con mayor profundidad, dijo.

Pemex, agregó, no es una empresa cualquiera; tiene un significado político muy profundo, un rol como rector de la política energética de México; no se está hablando necesariamente de la política energética que requiere el país sino de la propiedad de la empresa que debe ser el rector de la política energética.

Entonces estamos poniendo la carreta enfrente de los bueyes, afirmó, e insistió: es necesaria más discusión, (aunque) se está en este momento ya en una fase previa de aprobación, pero creo que la sociedad mexicana merece una discusión más profunda, una mayor transparencia y acceso a todos los debates antes de que esta reforma sea aprobada.

La Cepal, dijo Bárcena Ibarra, realiza un análisis de la reforma energética que pretende llevar a cabo el gobierno mexicano, aunque todavía no se concluye al detalle. Sin embargo, manifestó que, en principio, nadie niega la necesidad de revisar la política energética para garantizar el abasto con fuentes seguras y sostenibles y un uso eficiente de los recursos. No se está hablando necesariamente de la política energética que requiere el país sino de la propiedad de la empresa que debe ser el rector de la política energética, apuntó.

En ese sentido, añadió, los alcances y la modalidad de la iniciativa deben ofrecer mayor argumentación, porque si se va a llevar adelante una transformación del régimen de propiedad y del régimen de distribución de la renta petrolera debe clarificarse.

Si se va a dar el retiro paulatino de Pemex del esquema fiscal actual tenemos que ver cuál es la propuesta en su lugar. Es decir, si las ganancias del petróleo ya no se van a ir al erario por la vía fiscal como se iban antes y no queda claro cómo se va a hacer ahora, con esta propuesta; qué es lo que se pretende, es decir, cuál va a ser el curso y distribución de las ganancias en productividad en este esquema. Así es que es necesaria más discusión, se está en este momento ya en una fase previa de aprobación, pero creo que la sociedad mexicana merece una discusión más profunda, una mayor transparencia y acceso a todos los debates antes de que esta reforma sea aprobada, expuso.