Opinión
Ver día anteriorJueves 12 de diciembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

Acoso derechista

Golpeteo al GDF

Marchas y Metro

E

nvalentonada como anda, la derecha prianista seguramente dijo: si no es ahora ¿cuándo?, y sin mayor consulta, sólo con el manojo de triunfos en la mano, se lanzó a crear una ley en contra de la protesta callejera; prohibirla, para no ir más lejos.

El golpe fue seco. Se trataba de negar, cuando menos, la autoridad del gobierno de Miguel Ángel Mancera en momentos en que el golpeteo constante a su gestión parecía haberla debilitado, pero, como es costumbre, al PRIAN siempre se le olvida que el DF es, por vocación, de izquierda y no deja caer a sus líderes con la rapidez con que se desmoronan los de la derecha.

La reacción inmediata, y lógica, tanto del gobierno central como de los partidos políticos de izquierda fue rechazar la iniciativa panista que viene de la Cámara de Diputados. Para Mancera se trata de una norma que camina en sentido contrario al ámbito de libertades que se mantiene en el Distrito Federal.

Eso es verdad, pero es muy importante mirar qué es lo que pasa en la guerra política por esta entidad, que hace buen rato se inició. No es la primera vez que se busca hacer a un lado al gobierno de la ciudad, pero esta vez, por el ambiente que se ha vivido en el meses recientes, parece importante.

Por un lado, el ir y venir de los maestros por la ciudad, que pese a los supuestos costos que le significan, Mancera se ha mantenido firme en la idea de respetar el derecho a la protesta. Y por otro, lo que parece un injusto aumento al precio del boleto del Metro, que llega en momentos menos adecuados, y alimenta las presiones que se ejercen sobre el Gobierno del Distrito Federal para que de una vez por todas entregue la plaza a la derecha, sea del partido que sea.

Pero a esto se ha negado sistemáticamente Mancera. Pase lo que suceda no entregará la cuidad a la derecha, aunque los ataques en su contra se sigan dando. Y esa decisión trae como consecuencia, como ya decíamos, la presión, en todas sus formas, sobre la administración capitalina, que sortea trampas a mañana, tarde y noche, la mayor parte salidas de la entraña panista.

Ahora, con la ley de marchas que pretenden imponer en la ciudad de México desde la Cámara de Diputados, se quiere demostrar que sí, que el GDF está débil, pero no se toma en cuenta que en esta ciudad quien gobierna lo hace con el respaldo de la gente, y Mancera, hasta donde sabemos, tiene el respaldo de gran parte de los capitalinos.

En el juego de las marchas, el jefe de Gobierno ya dio a conocer su postura. Nada que impida la libre manifestación de las ideas, con las consideraciones que él mismo ha señalado. Respecto del aumento al Metro, hay razones más allá de las que se han dado a conocer, incluidas las encuestas, que han ido metiendo al gobierno de la ciudad en un callejón sin salida.

Ejemplo de ello son los años y años en los que nada se invirtió en ese sistema de transporte, que hoy presenta carencias más que graves. Ningún argumento es bueno para defender un aumento, y menos si se impone al transporte colectivo, nada más que la realidad.

Por eso, hará bien Miguel Ángel Mancera en transparentar de pe a pa todos los gastos que hagan en el Metro, y luego que se exhiban para todos los ojos los cambios, las modificaciones, que sufrirá el sistema, y hasta dónde se logrará avanzar. Eso habrá de convencer más que cualquier otra forma que se dé para un asunto tan delicado.

De pasadita

Ha muerto la Revolución Mexicana. La asesinaron sus nietos. Desde ahora, luto sexenal.