Moscú, 11 de diciembre.

Apenas las unidades antidisturbios Berkut quitaron esta madrugada las barricadas y las tiendas de campaña en un tercio de la Plaza de la Independencia de Kiev, el epicentro de la protesta en Ucrania se empezó a llenar de gente y, a primera hora de este miércoles, ya una multitud hostil de cerca de 25 mil personas, pese al inclemente frío, las obligó a replegarse.

Los efectivos de las Berkut, tras abandonar la Plaza, fracasaron en su intento de tomar por asalto el edificio de la alcaldía de Kiev, ocupado por manifestantes que se encerraron dentro y los recibieron lanzándoles muebles desde las ventanas. Frenaron su avance con el potente chorro de agua de una manguera contra incendios a una temperatura ambiente de 10 grados bajo cero.

Ciertamente, después de los abusos cometidos contra protestantes indefensos la madrugada del 30 de noviembre, la policía tiene orden de no emplear recursos especiales como gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento, así como de procurar evitar las golpizas a manifestantes, aunque dejaron hoy 30 lesionados.

Concentradas junto a la sede del gobierno, las unidades Berkut y las tropas del Interior vigilan a los manifestantes y sus jefes advierten que pueden volver a intentar el desalojo de la Plaza de la Independencia, si hay un requerimiento judicial al respecto.

El presidente Víktor Yanukovich y el primer ministro Nikolai Azarov, tras reunirse ayer con la titular de la diplomacia de la Unión Europa (UE), Catherine Ashton, y con la estadunidense secretaria adjunta de Estado, Victoria Nuland, reiteraron que para firmar un acuerdo de asociación con la UE la economía de Ucrania necesita cerca de 20 mil millones de euros para compensar las pérdidas que sufriría en el mercado ruso.

No se trata de ayuda a cambio de nada, sino de inversiones en proyectos mutuamente beneficiosos, por ejemplo en la modernización de la red de gasoductos, la creación de una nueva vía hacia el Cáucaso, la construcción de nueva ruta de transporte en el Estrecho de Kerch, que conecta el mar Negro con el mar de Azov, explicó Azarov y aseveró que la adhesión de Ucrania a la Unión Aduanera promovida por Rusia no está en el orden del día.

El portavoz del Ejecutivo de la UE, Olivier Bailly, contestó desde Bruselas: creemos que la prosperidad y el futuro de Ucrania no pueden ser objeto de una puja en el que la oferta más alta se lleva el premio.

Mientras tanto, sigue en el aire el comienzo de negociaciones entre Yanukovich y la oposición. Los líderes del movimiento no acudieron este miércoles a la mesa redonda nacional propuesta por las autoridades y fijaron tres nuevas condiciones para sentarse a negociar: la liberación inmediata de todos los manifestantes detenidos por los enfrentamientos con la policía, la destitución del ministro del Interior, Vitali Zajarchenko, y regresar a los cuarteles a los soldados de las tropas del Interior.