Opinión
Ver día anteriorMartes 10 de diciembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
De nuestras Jornadas

El pequeño gigante de las matématicas

L

os representantes del SNTE en los estados han omitido discutir sobre la reforma educativa que han perdido la oportunidad de negociar directamente con los gobernadores el presupuesto, pues ha vuelto ese recurso a la Federación y lo otorgará a partir de los resultados del censo de escuelas, maestros y alumnos de educación básica y especial.

Según los resultados preliminares del levantamiento del Inegi, no se localizaron 4 por ciento de los centros, se logró censar 88.5 por ciento de éstos y todavía no se puede dar la cifra detallada de cuántos maestros hay frente a grupo, así como de directivos, supervisores, docentes de apoyo a la labor educativa, administrativos, pero el número redondo es de 1.9 millones de personas, en escuelas públicas y privadas, mientras el número de alumnos es de más de 23.4 millones.

A ese número de estudiantes se refieren los resultados de la quinta edición de la prueba Pisa. En breve: a México le tomará más de 25 años alcanzar los niveles promedio actuales de la OCDE en matemáticas, más de 65 años en lectura, 55 por ciento de los alumnos mexicanos no alcanzó el nivel de competencias básicas en matemáticas… Aguascalientes parece ser otro país. El discurso del gobierno estatal ha machacado que somos líderes en matemáticas, en el mundo, subraya Carlos Lozano, y considera los resultados de Pisa como un reconocimiento.

Sí, los gobiernos suelen exaltar hasta lo que no hicieron. El riesgo es que la reiteración obsesiva de esa lectura de las estadísticas en favor de un gobernante, en tierras donde nadie se atreve a decir que va desnudo o que es una hora distinta a la que diga, termina encauzando el destino de los recursos públicos.

Es el peligro del oxímoron laudatorio: si Aguascalientes es el pequeño gigante de las matemáticas, ¿para qué invertir más en educación?, mientras el rezago en infraestructura escolar es más que evidente… Sigamos aplaudiendo ser la cabeza del ratón.