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De nuestras Jornadas

De cárteles y autodefensas

L

a inseguridad campea en Michoacán y hace casi imposible encontrar razones para que la población de las regiones más azotadas por la violencia desatada por los cárteles de la droga no tome las armas. Son michoacanos desesperados que, ante la ausencia de la autoridad, organizaron su propia defensa. Sus razones tienen mucho peso específico, pero resultan altamente peligrosas.

Es real el riesgo de que los grupos denominados de autodefensa comunitaria no lo sean; al contrario, que algunas organizaciones fuesen infiltradas por el narcotráfico. Aún más: que sean armados, financiados, entrenados y protegidos por grupos criminales. El hartazgo social en amplios espacios michoacanos también puede significar tierra fértil para que Los caballeros templarios, Familia Michoacana, Zetas o el cártel Jalisco Nueva Generación puedan integrar brazos que apoyen a sus organizaciones y continúen disputándose el control de las plazas para el negocio de la droga.

Casos como el de José Manuel Mireles Valverde, dirigente del grupo de autodefensa ciudadana de Tepalcatepec y uno de los coordinadores del Consejo Ciudadano de Autodefensas y Comunitarios de Michoacán, reseñado por varios medios de comunicación, deben ser abordados con mucha cautela, no obstante haberse convertido en un referente de los grupos de autodefensa en Tierra Caliente, la meseta purépecha y la Costa.

Por otro lado, en esta vorágine por la disputa del estado, las acusaciones, las descalificaciones y los señalamientos corren por todas las direcciones: políticos pactando con narcotraficantes, narcotraficantes financiando grupos de alzados, políticos acusándose de pactar con criminales, y criminales afirmando que ellos no pactan con políticos.

Mientras, todo parece indicar que en el asunto de las autodefensas no todos son lo que dicen ser. Y no se trata de que se disputen la legitimidad de ser o no grupos de autodefensa, de lo que sí se trata es de evitar que con esa fachada el crimen organizado y algunos políticos lleven agua a su molino buscando consolidar su dominio de Michoacán.