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Pemex criticó la gestión de Brufau al frente de la petrolera ibérica

Aprueba el consejo de Repsol el preacuerdo con la argentina YPF
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 28 de noviembre de 2013, p. 28

Madrid, 27 de noviembre.

Petróleos Mexicanos (Pemex), la española Repsol y la argentina YPF firmaron finalmente la paz, después de casi dos años de turbulentas relaciones y de ásperos enfrentamientos a tres bandas. El consejo de administración de Repsol aprobó por unanimidad el preacuerdo que se alcanzó el pasado lunes en Buenos Aires, en el que la petrolera argentina se comprometió a pagar unos 5 mil millones de dólares por 51 por ciento de las acciones expropiadas a Repsol en abril del 2012, en una decisión histórica tomada personalmente por la presidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner. Tras el acuerdo se abre ahora una etapa de negociación técnica para concretar el pago y la forma de hacerlo.

Después de meses de tensiones, enfrentamientos velados y abiertos, y hasta amenazas y chantajes entre los principales directores de las tres petroleras, finalmente se alcanzó el principio de acuerdo que pacifica, al menos temporalmente, uno de los conflictos político-empresariales más complejos entre los países afectados. Pemex tiene 9.34 por ciento de las acciones de Repsol –el último 4.8 por ciento lo compró septiembre de 2011, en un intento frustrado por tomar, junto a la constructora Sacyr, el control de la multinacional ibérica.

Por lo tanto, la paraestatal mexicana era uno de los tres pilares de la firma del acuerdo. De hecho, fue el actual director de Pemex, Emilio Lozoya, quien se empeñó desde su llegada al cargo en resolver un conflicto que entorpecía sus proyectos de expansión en el Cono Sur, sobre todo su intención de participar en la explotación del importante yacimiento de Vaca Muerta.

Este yacimiento, encontrado por YPF-Repsol a mediados de 2010, es el origen del conflicto político-empresarial, sobre todo tras las desavenencias entre el gobierno argentino y los responsables de Repsol, a los que se les acusó de no invertir lo suficiente en la exploración y retrasar así los beneficios sociales que tendría un hallazgo de esta trascendencia. A partir de ahí creció la tensión y las descalificaciones, hasta que la presidenta Fernández decidió nacionalizar o expropiar las acciones de Repsol. Fue entonces cuando la petrolera española decidió acudir al arbitraje internacional y presentar demandas en Argentina, España y Estados Unidos.

Las maniobras de Emilio Lozoya para resolver el conflicto surtieron efecto entre los accionistas de Repsol, sobre todo en el presidente de Caixabank, Isidro Fainé, quien viajó a Buenos Aires para negociar el preacuerdo, y en el Ejecutivo español, Mariano Rajoy, quien nombró como interlocutor con las petroleras a su ministro de Industria, José Manuel Soria, también presente en la reunión de Buenos Aires.

Las críticas del director de Pemex a la actuación de Antonio Brufau, director de Repsol, en su gestión financiera alertaron que se avecinaba una nueva tormenta, que tenía como trasfondo la resolución del conflicto con YPF, una vez que desde Pemex se insistió que la firma de la paz era vital para sus proyectos corporativos en Argentina.

El preacuerdo, que aún es secreto pero del que se conocen detalles, le garantizaría a Repsol el pago de 5 mil millones de dólares (la mayor parte en bonos del Tesoro argentino a ocho años) y otra en títulos del yacimiento.

Repsol exigía 10 mil millones de dólares, con lo que recibiría la mitad de lo que reclamaba en los tribunales.

En este contexto, el consejo de administración de Repsol –en el Pemex tiene como representante a Arturo Henríquez– aprobó por unanimidad el preacuerdo y emitió un hecho relevante, en el explicó que los representantes del consejo han analizado y valorado positivamente el contenido del pacto, por lo que con el objeto de desarrollar este principio de acuerdo, Repsol ha decidido iniciar en breve plazo conversaciones entre sus equipos y los del gobierno argentino, a fin de buscar una solución justa, eficaz y pronta a la controversia.

Advierten que el proceso deberá atender a las exigencias que plantea la complejidad propia de un asunto tan relevante y responder a los términos y garantías apropiados para asegurar su eficacia. A tal fin, el consejo de administración ha acordado la contratación de un banco de inversión de prestigio internacional para apoyar al equipo de Repsol y facilitar una conducción profesional del proceso.

También informaron que se había aprobado el pago de una retribución a los accionistas, que también era otra exigencia de la dirección de la paraestatal mexicana y una de las principales críticas a la gestión de Brufau. A pesar de que hubo unanimidad en las condiciones alcanzadas en el preacuerdo, todavía quedan resquicios del agrio enfrentamiento que mantiene Pemex con la dirección corporativa de Repsol. De hecho, es una guerra soterrada que comenzó con el anterior director de la paraestatal, Juan José Suárez Coppel, quien incluso llegó a intentar destituir al empresario catalán.

Una de las señales evidentes de que el malestar entre la dirección de Repsol y Pemex continúa es que el consejero que representa a la petrolera mexicana en el consejo de administración votó en contra de una moción en la que se respaldaba la gestión de Brufau y su equipo. El apartado que se negó a votar Pemex decía literal: Manifestar, como órgano de administración de la compañía, el pleno apoyo a la estrategia de la misma y a la gestión que viene desarrollando el equipo de dirección, conforme a las mejores prácticas de gobierno corporativo. Todo ello se evidencia tanto en las tasas de crecimiento, como en resultados positivos y en rentabilidad de la acción y confirma el refrendo que los accionistas les vienen prestando por inmensa mayoría a través de su voto en las juntas generales.

La comunicación que remitieron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) especificó que todos los acuerdos han sido aprobados por unanimidad, con la excepción del último, que fue adoptado con el único voto en contra de Pemex Internacional España, SA.

Horas más tarde Pemex emitió un comunicado en el que explicó su postura durante el consejo de administración, al sostener que confía en una actuación responsable de la actual administración de Repsol para formalizar a la brevedad dicho acuerdo, lo que redundaría en beneficio de la compañía y de todos sus accionistas, evitando a la empresa un largo y complejo proceso de resultado incierto. Explicó su voto en contra de la actual equipo gestor de Repsol: Pemex ha votado en contra porque considera que no ha ofrecido los resultados deseables para la compañía y sus accionistas. Petróleos Mexicanos reconoce la intensa labor llevada a cabo por todas las partes implicadas, así como por los gobiernos de España, Argentina y México para desbloquear el conflicto empresarial y favorecer una relación cordial entre países hermanos que comparten múltiples afinidades y numerosos intereses estratégicos.

Presidenta argentina agradece a Peña Nieto su intervención

Desde Buenos Aires, la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, agradeció ayer miércoles a su par mexicano, Enrique Peña Nieto, por el papel que jugó la estatal Pemex para alcanzar un acuerdo con Repsol por la expropiación de YPF, informó la Presidencia en un comunicado.

Kirchner se comunicó telefónicamente en la tarde del miércoles con Peña Nieto “para agradecer ‘el preponderante rol’ que asumió el director general de Pemex, Emilio Lozoya, en el acuerdo alcanzado entre las petroleras YPF y Repsol”, según la nota de prensa difundida por Afp.

Buena señal, la reacción del consejo de Repsol: Pemex

Pemex, accionista, fundador y socio estratégico e industrial de Repsol, consideró buena señal la voluntad expresada por el consejo de administración de la petrolera española de alcanzar un acuerdo para finalizar el conflicto relativo a la argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).

Pemex confía en una actuación responsable de la actual administración de Repsol para formalizar a la brevedad dicho acuerdo, lo que redundaría en beneficio de la compañía y de todos sus accionistas, evitando a la empresa un largo y complejo proceso de resultado incierto, indicó la paraestatal en un comunicado difundido por Notimex.