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Siempre le pareció sospechoso su repentino crecimiento

El boxeo puso en su lugar a Chávez Jr, dice Veneno Rubio

Espera disputar el título de los medianos ante Maravilla Martínez

 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de noviembre de 2013, p. a14

La derrota ante Julio César Chávez Jr dejó molesto a Marco Antonio Rubio. La inquietud del Veneno estaba relacionada con la ausencia de controles antidopaje para ese combate que sostuvieron en San Antonio, Texas.

Chávez –refiere Rubio– fue un peleador muy mediano, lento y sin mucha gracia, pero creció repentinamente y tuvo una racha de actuaciones que sorprendieron a muchos, pero no a él, a quien le pareció sospechoso ese crecimiento.

Clamó para que se hicieran pruebas en ese combate y se pudiera descartar el consumo de sustancias prohibidas, pero nunca recibió respuesta. Seis meses más tarde Chávez dio positivo por consumo de mariguana y fue sancionado.

Conmigo no subió de forma natural. Él había agarrado un buen nivel de repente, pero eso era muy raro, se sospechaba de sus entrenamientos, de cómo había crecido. No hicieron caso y poco después lo descubrieron. Ahora que regresó a pelear limpio, pues otra vez es el pugilista que conocíamos, lento y que se ve mal, señala el Veneno.

Considera que al final el boxeo puso a Chávez en su sitio y a él le abrió una nueva oportunidad.

Cuando disputé el título ante Chávez se hicieron de la vista gorda por lo del dopaje y ahora me reconocen como un peleador con derecho a pelear por el título, pero con la particularidad de que ahora el campeón sí merece ser llamado así, porque el argentino Sergio Martínez es el mejor libra por libra en su peso, agregó.

Pensar en el sudamericano le entusiasma, porque si con Chávez insistía en que lo que buscaba era el cinturón, lo que tiene ante Martínez es además uno de los retos más atractivos de su carrera.

“Es un plus pelear con alguien como Maravilla, con clase, así da gusto tomar un reto tan difícil”, agrega.

No es poca cosa, admite, porque además esta puede ser una de sus últimas oportunidades para despegar en serio en el boxeo, porque como él mismo afirma, siempre se ha quedado a un paso de lograr lo que todo peleador busca en este negocio: fama, prestigio y fortuna.

He hecho mucho en este deporte, he tenido la suerte de pelear contra los mejores, pero también he tenido la mala fortuna de perder ante los grandes, juega con las palabras

Veneno tuvo su primera oportunidad de ser campeón del mundo ante Kelly Pavlik, en 2009, cuando el estadunidense era una figura temida y respetada. Unos años después llegó Maravilla para despachar con violencia a Pavlik.

Desde entonces Rubio espera otra oportunidad. La tuvo ante Chávez, pero él no la cuenta porque está convencido de que el entonces monarca estaba favorecido por el usos de sustancias prohibidas en el deporte.

Estará atento a que Martínez se recupere de una lesión. De eso dependerá si pelea en marzo por un título interino. Si el argentino está listo, lo enfrentará como retador oficial en marzo o junio próximos.

“No me queda duda de que será mi momento, Maravilla es un rival complicadísimo, pero al final es lo que queremos los peleadores de verdad, ese pasito que no he dado lo daré en grande”, comenta con la certeza de quien sabe que será ésta o tal vez nunca.