Opinión
Ver día anteriorDomingo 10 de noviembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Orgullo
L

os grandes titulares de los periódicos y las noticias de más peso en la mayoría de los noticiarios de radio y televisión suelen ser negativos. Y la realidad es que cotidianamente suceden cosas que son motivo de orgullo: estudiantes mexicanos premiados en distintos países del mundo por inventos y aportaciones científicas, los niños triquis y las niñas poblanas que arrasan en torneos internacionales de basquetbol y así podríamos llenar varias cuartillas con buenas noticias.

Hoy vamos a comentar dos muy, muy buenas, que nos llenan de orgullo: el sobresaliente historiador, sabio y humanista Miguel León-Portilla ha sido distinguido con el reconocimiento de Leyenda Viviente (Living Leyend Award), que otorga la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Es una prestigiosa distinción, con la que se honra la trayectoria de personas que han realizado aportaciones culturales trascendentes.

En el caso de León-Portilla se destaca su trabajo sobre la filosofía y literatura nahuas, no sólo en la época prehispánica, sino también como existen hoy entre los millones de hablantes de dicha lengua. Se le reconoce su papel fundamental en el rescate de esa rica herencia cultural.

La otra gran noticia es que en su sesión solemne del 4 de octubre pasado, la Society of Antiquaries of London designó a los científicos mexicanos Eduardo Matos Moctezuma y Leonardo López Luján como miembros honorarios. Fundada en Inglaterra en 1707, es la asociación de arqueólogos e historiadores de la arquitectura y el arte más antigua del mundo. Se trata de la más alta distinción que otorgan. A ella pertenecen reconocidos especialistas que se dedican a investigar todos los aspectos del pasado material y que promueven el conocimiento del patrimonio cultural de la antigüedad.

El reconocimiento se debe a sus aportaciones en el estudio de las sociedades prehispánicas del centro de México y muy particularmente a sus excavaciones arqueológicas en el Templo Mayor de Tenochtitlan, a lo largo de los últimos 35 años.

Esto se comprueba como cierto y verdadero al conocer el libro Escultura monumental mexica. El enorme volumen está profusamente ilustrado con excelentes fotografías, y presenta lo que podríamos llamar la biografía de las seis colosales esculturas que nos heredaron los mexicas: la Coatlicue, la Piedra del Sol, la Piedra de Tizoc, la Piedra del Antiguo Arzobispado, la Coyolxauhqui y la Tlaltecuhtli.

Aquí conocemos su historia, antecedentes, materiales, forma, la interpretación cultural y el análisis de la iconografía. Algunos textos los escribe Matos y otros López Luján; en uno de ellos colabora la arqueóloga francesa Marie-France Fauvet-Berthelot. Es un profundo análisis de los portentosos monolitos, que son esenciales para comprender la cosmogonía mexica. Esto ayuda a reconstruir nuestro pasado mas lejano y a construir nuestra identidad presente.

El libro se compone de ocho apartados: el primero brinda una visión general de la sociedad mexica, y el segundo es un acercamiento al arte escultórico de los mexicas y sus vecinos. En los otros se describen detalladamente las colosales piedras. La obra es de enorme interés, ya que no se limita a explorar los valores estéticos e históricos y el sentido ritual de los seis monolitos, sino que expone las opiniones que han suscitado en especialistas y profanos, nacionales y extranjeros, hispanistas e indigenistas, a lo largo del tiempo.

Vivo testimonio de la portentosa cultura que quedó sepultada bajo la ciudad española, las esculturas fueron descubiertas en el corazón del que ahora llamamos Centro Histórico y en este extraordinario libro las conocemos a profundidad.

No queda más que ir a festejar tantos motivos de orgullo. Hace mucho que no saboreamos comida griega. Vamos a Agapi Mu, situado en Alfonso Reyes 96. Vamos a iniciar con una ensalada griega y empanaditas de requesón con aceitunas negras. De plato fuerte, pescado relleno con pasas, piñones y queso feta. Postre: higos al horno rellenos de pistaches y miel.